Ha fallecido el pasado fin de semana Kris Kristofferson, que unía a su condición de galán cinematográfico, con una amplia filmografía, la de cantante y compositor del género country. Siendo, como decimos, muy amplia su lista de películas como protagonista, fuera de los Estados Unidos, de donde era originario, natural de Texas, quizás su notoriedad se debiera más a su faceta musical. Un filme en concreto le sirvió de rampa de lanzamiento internacional: Ha nacido una estrella, en una nueva versión, teniendo como pareja a Barbra Streisand. El amor fingido del argumento tuvo su continuación real. Pero fue una relación tormentosa, quizás por el carácter de ella.
Contaba Kris Kristofferson ochenta y ocho años a la hora de su muerte. De familia militar, con un cuerpo atlético, casi un metro y noventa centímetros de estatura y un atractivo rostro entre rubio y rojizo, practicó el boxeo, el rugby pero también fue un buen estudiante de Literatura en la Universidad de Oxford. En el periodo de edad militar acabó con el grado de capitán como piloto de helicópteros. Combinaría sus dos facetas de actor y cantante, esta última muy intensa como interprete de temas country, que desarrolló durante largo tiempo cuando residía en Nashville, la capital de ese género musical. Su biografía artística puede resumirse así: protagonista de cuarenta y cuatro películas y veinticinco álbumes, a lo largo de una carrera de éxitos; durante treinta años recorrió los más importantes escenarios del mundo.
Un tipo de sus características físicas tenía forzosamente, junto a su celebridad artística, que ser un seductor impulsivo. Atrajo a muchas mujeres, como por ejemplo a una cantante maldita que murió tempranamente a causa de las drogas, Janis Joplin. Pero también tuvo un romance con otra mujer menos agresiva, Joan Báez, que destacaba con sus baladas pacifistas. Se casó tres veces, la primera con Fran Baer, con quien tuvo dos hijos, entre 1960 y 1969. Su segundo matrimonio fue con la cantante Rita Coolidger, desde 1973 hasta 1980, madre con él de una hija. Su tercer y definitivo enlace sería con Lisa Meyers, en 1983. Se casaron dos veces, fueron muy felices padres de cinco hijos, y con ella ha permanecido unido hasta su muerte. En los últimos años aunque Kris seguía en activo procuraba estar más tiempo con la familia. Era muy hogareño.
De toda su carrera cinematográfica y musical destaca un título: Ha nacido una estrella, que se rodó en 1976, un "remake" que no superó al decir de los críticos más exigentes el estreno de pasadas décadas, año 1954, aquel que tuvo como protagonista a la mítica Judy Garland. En realidad otra versión, pues la primera data de 1937 con Dorothy Parker encabezando el cartel. La tercera y última tuvo como reclamo a Barbra Streisand, en la cumbre de su carrera, acompañada por el ahora reciente desaparecido Kriss Kristofferson que, aunque conocido en Norteamérica estaba muy por debajo de la popularidad de Barbra. No se llevaron bien al principio del rodaje, la crítica no fue positiva cuando se estrenó la nueva "Ha nacido una estrella", pero sin embargo funcionó muy bien en taquilla en todo el mundo.
¿Por qué Kris y Barbra estaban como el perro y el gato al comienzo de aquella filmación? Posiblemente por las exigencias de ella, dueña de un carácter fortísimo, quien sin figurar en los créditos como directora, ejercía casi como tal, ante la pasividad del verdadero realizador.
A mitad del rodaje la productora Warner Bross invitó a un numeroso grupo de periodistas, ciento cincuenta, a que contemplaran unas jornadas del trabajo de Barbra y Kris en la ciudad de Tempe. Hubo rueda de prensa y uno de los reporteros preguntó a Kristofferson que opinaba de Barbra Streisand. Ésta, quiso responder en nombre de su compañero, pero él, se anticipó: "De mí ha dicho que soy un gilipollas". La estrella se defendió así: "No sé por qué efectivamente yo le retraté así. De lo que estoy segura es que es un hombre muy guapo". A lo que entre dientes, algunos captaron lo que comentó para sí Kris: "¡Mierda!".
En el "set" discutían mucho porque el director les mandaba una cosa, Barbra opinaba lo contrario y encima, su novio de entonces, su peluquero Jon Peters, se entrometía en alguna secuencia amorosa de la pareja protagonista.
Pero Barbra se fue a la cama con Kris, por mucho que se pelearan en algunas escenas. Resulta curioso que antes de que contrataran a Kristofferson, Barbra y los productores barajaron otro actor-cantante. Uno de ellos, el líder de los Rolling Stones, Mick Jagger, descartado porque en una película anterior no había dado la talla. Asimismo contactaron con Bob Dylan, al que finalmente no tuvieron en cuenta porque no era lo suficientemente atractivo. Elvis Presley estuvo en esa lista, tuvieron una entrevista con él y Barbra, que lo conocía muy bien recordándolo cuando fueron amantes, al verlo de nuevo se llevó las manos al rostro: estaba gordísimo, irreconocible. Se habló de que fuera Marlon Brando la pareja de la Streisand: error de cálculo pues, siendo un actor que ella admiraba desde que era niña no se tenían noticias de que pudiera cantar. Ganó por tanto Kris Kristofferson ese papel de "Ha nacido una estrella", aunque Barbra seguía teniendo sus dudas, pues pensaba que éste no venía a cuento que en la película destacara interpretando canciones "country". Finalmente contrataron a un compositor que creó piezas exclusivas para la pareja de protagonistas. A título anecdótico, hacía tiempo que Barbra había conocido ya a Kris.
"Barbra era como un general", opinó así de ella Kris, aludiendo a lo mandona que resultaba en los rodajes, dando órdenes. Tras el estreno, como ya dijimos, la crítica fue muy severa y coincidía que el argumento difería mucho del anterior de Ha nacido una estrella, el original de Judy Garland. Y decían que el coprotagonista de entonces, James Mason, nada tenía que ver con Kris Kristofferson, al que exageradamente en "New West", tomaron por "barrigudo, disoluto, borracho y con pinta de hombre-lobo". El crítico de "New York" lo tomó también por narigudo, "cual Cyrano de Bergerac". Total, era todo un desastre para aquellos comentaristas. No obstante, también se comprobaron los millones de dólares que dio la película en taquilla, y obtuvo cinco premios Golden Globe, entre ellos al mejor actor y actriz.
Ocurrió en la realidad que Kris Kristofferson, tenido casi por alcohólico aquella época en la que se extralimitaba con el whisky, al contemplar el final de la película, cuando el personaje que interpretó caía inerte al suelo, convino que debía dejar la bebida. Y cumplió esa promesa. Llevaba veinte años "empinando el codo".
Había transcurrido un año de peleas y disgustos entre Kris y Barbra. Y también momentos de deseo y placer en la intimidad. Concluido el rodaje se dijeron adiós. Cada uno siguió con sus otras parejas, en el caso de él junto a Rita Coodlidger, a quien había sido infiel. Hasta que la dejó cuando llegó a su vida Lisa Meyers, su último gran amor.