
A Enrique Ponce, natural del pueblo valenciano de Chiva, el paso de la DANA le pilló en Perú, cumpliendo sus compromisos profesionales en el marco de su gira de despedida de los ruedos. Una semana después de lo sucedido y sin conocer cómo ha afectó a su familia, el torero aterrizó este martes en el aeropuerto Adolfo Suárez – Madrid Barajas, donde atendió a la prensa consciente del interés por saber si todo está bien. "Gracias a Dios, mi familia está bien, pero es todo muy triste", declaró a Gtres, confirmando que, como todos hemos podido ver, "el pueblo está devastado".
El diestro tiene pensando viajar cuando antes a Chiva para visitar a su familia y ver de cerca el desastre para ayudar en lo que se necesite. "Mando mi apoyo y solidaridad a toda la Comunidad Valenciana y a los pueblos de Albacete, que también han sido muy afectados, en especial a mi pueblo, Chiva", dijo sobre su lugar de nacimiento, donde viven sus padres Enriqueta y Emilia, a los que vimos apenas hace un mes en uno de los homenajes al torero. "Haremos lo que podamos, claro que sí. En cuanto pueda, iré para allá", confirmó.
Ponce toreó el pasado domingo en Lima, Perú, lejos de Chiva, uno de los pueblos más castigados por la DANA. Viajó junto a su inseparable Ana Soria y, según desveló Jaleos, se plantearon volver a España y cancelar sus compromisos profesionales al enterarse de la catástrofe. Sin embargo, tras conseguir contactar con su familia y confirmar que están bien, decidió seguir adelante con la corrida. "Él ha aportado su ayuda, pero no es de hacerlo público y hacerse la foto", dijo una fuente cercana al torero al citado medio.

