
La noche estelar que cada año celebra BMW para entregar sus Premios de Pintura tuvo como protagonistas, además de a la reina Sofía, que cada año preside la ceremonia en el Teatro Real, a la familia Thyssen. Al completo.
La baronesa llegó al coliseo madrileño antes que su primogénito, Borja, que accedió al recinto de la Plaza de Oriente de la mano de su mujer, Blanca Cuesta. Cinco y hijos después, Blanca conserva una figura envidiable que lució con un ajustadísimo mono estampado de la cabeza a los pies. Y en la cara, ni una gota de maquillaje.

La sorpresa al ver a los tres en el mismo lugar era mayúscula. Y todos estaban pendientes de si habría o no foto en común. Las diferencias familiares son evidentes, pero no es raro verlos a los tres juntos. Borja forma parte del patronato del Museo Thyssen-Bornemisza, que vicepreside su madre, la baronesa, y suele acudir a todas las actividades programadas para revalorizar esta pinacoteca. Y normalmente hay constancia gráfica de estos encuentros.
Este lunes por la noche se pudo apreciar que la relación es tirante aunque no inexistente, como muchos se empeñan en decir. Borja y Blanca estuvieron con Tita Thyssen el único salón del Teatro Real al que sólo tienen acceso algunos invitados. Se trata de la sala en la que la reina Sofía "recibe" a unos cuantos elegidos. Y entre ellos estaba la dinastía Thyssen.

Aunque el matrimonio y Carmen Cervera no estaban en el mismo corrillo, ya que ella estaba sentada en un sofá, sí que hubo un momento en el que Blanca hizo gala de su buena voluntad con su suegra. La baronesa anunció su intención de ir al cuarto de baño y Blanca le respondió amablemente con un "yo te acompaño". Las dos se levantaron y fueron juntas al aseo. Una prueba de la buena intención de la que sigue siendo su nuera tres décadas después y tras varios desplantes que otros, quizá, no hubieran olvidado.
Además, los tres accedieron a hacerse una foto con la pintora Ana Barriga.
