
Espectacular resultó el triunfo de Melody en el Benidorm Fest con su canción "Esa diva", la noche del pasado sábado 1 de febrero en el Palau d´Esports L´Illa. Su mayor apoyo, el de su novio, y padre del niño de la pareja, que este mes cumple un año de vida. Aparte de los votos del jurado, la participación asimismo de los telespectadores, rubricaron el triunfo de la artista sevillana. En un certamen que cumple cuatro años de existencia, que nada tiene que ver con sus antecedentes, aquel otro festival donde triunfaron desde Raphael, en sus inicios en 1962, y Julio Iglesias con "La vida sigue igual", año 1968. La puesta en escena del Benidorm Fest forma parte de un espectáculo colorista, con sonido estruendoso, en el que influye también la luminotecnia, en un escenario sencillamente espléndido, tan atractivo para el público asistente pero pensado para captar la atención de una elevada cifra de telespectadores de TVE, especialmente la audiencia más joven.
Dada la difusión de este reciente Benidorm Fest, se comprende que haya comentarios de todo tipo amén de inesperadas reacciones de quién o quiénes se creen perjudicados, y acusan que "Esa diva" es un plagio. ¿Por qué no lo advirtieron antes de la gala final? Esto de las demandas judiciales por la creencia de que el autor o autores de una canción sobre pasan los mínimos cuatro compases autorizados por ley, es asunto viejo y doctores hay, queremos decir expertos, que dilucidan finalmente si la acusación atiende a derecho o es una imaginación del o los demandantes.

Puede discutirse también si según las condiciones del festival es factible y sin contravenirlas alterar parte alguna de su texto, música, arreglos o puesta en escena. Lo decimos porque Melody, una vez repuesta de la emoción que le produjo su triunfo, anuncia que hará algunos cambios sustanciales el próximo 17 de mayo en Basilea, que es cuando tendrá lugar el Festival de Eurovisión, al que compite la rumbera andaluza con "Esa diva", donde expresa en su letra una de las muchas reivindicaciones femeninas que de un tiempo a esta parte abundan en el repertorio musical femenino.
Melodía Ruiz Gutiérrez, Melody, nació en Dos Hermanas (Sevilla) hace treinta y cuatro años. Con seis, ya chamullaba supuestas canciones, acostumbrada a escuchar a su padre, que era cantante del grupo Los Killos. Se cimbreaba tan pequeña al compás de una guitarra, por lo que en familia pensaban que la niña podría ser, de mayor, bailarina. Pero, no. Sería una rumbera pop en sus primeros pasos profesionales. Y de acuerdo con su progenitor envió una maqueta, grabación de prueba para entendernos, a José Luis Cantero "El Fary", quien la animó a seguir preparando nuevas canciones, hasta que con una de ellas logró un éxito veraniego, divulgado en quince países, que sonó entonces mucho en las discotecas de media Europa: "El baile del gorila".
Fue aquella pieza plataforma para ser su paso de adolescente a juvenil intérprete de baladas aflamencadas. Transcurría 2009 cuando estuvo a punto de ganar el Festival de Eurovisión para el que había sido seleccionada con su canción "Amante de la luna". Malos dengues hubo de por medio, pues su grupo de bailarines Los Vivancos se echó para atrás y se quitaron de en medio la víspera del evento. Para rematar ese mal fario, el sonido cuando Melody iniciaba su actuación le jugó una mala pasada. Todo ello, en conjunto, dieron al traste con sus aspiraciones a resultar ganadora. Se ha quitado la espina ahora.
La carrera de Melody desde aquellos lejanos tiempos de "El baile del gorila" hasta el presente, un total de veinte años como profesional, reúne un variado número de actuaciones, y la grabación de cuatro álbumes. Puso voz a la banda sonora de "Hércules", película de la factoría Walt Disney. Participó en la edición de 2013 de "Tu cara me suena". Intervino una temporada como actriz en la serie "Cuéntame…" y en la película "Arde Madrid", incorporando el personaje de Carmen Sevilla. Ya había debutado en la gran pantalla en "Ahora o nunca", que protagonizó Dani Rovira. Y se dio el gusto de ser durante una temporada modelo de pasarela, exhibiendo creaciones, nada menos que de Chanel, Dolce & Gabbana, Dior, Versace, Gucci… En cuanto a sus discos, descuellan "Parapapá", "Rumbamé", "Mujer loba" y "Putukita". Estamos ante una ya veterana, y aún joven intérprete, que ojalá tenga la fortuna que se merece en el Festival de Eurovisión próximo.
Melody, como buena andaluza, rezuma simpatía y don de gentes, pero es menos explícita cuando los reporteros le preguntan por sus amores. Los tuvo con un tal Gabriel. Y en la actualidad ya no puede esconder desde hace algo más de un año cuando se ennovió con un preparador deportivo argentino y jugador profesional de voleibol, Ignacio Batallán, de cuarenta años (seis más que ella), a quien conoció en el centro de entrenamiento del que éste es propietario en Fuengirola. Hubo chispazo en el primer encuentro y después ratificaron que estaban enamorados. Tanto como que en febrero de 2024 tuvieron un niño, Cairo. Por supuesto que Ignacio no le quitó ojo, ni oídos, en Benidorm, mientras ella en el escenario atacaba las primeras notas de "Esa diva". Nervioso, más incluso que ella en esos decisivos momentos de su carrera. Tienen un chalé en Málaga. La vida les sonríe: de color de rosa.

