La entrevista que concedió Antonio Montero al podcast, Un chico de revista, presentado por Arnau Martínez, sigue generando titulares: sus palabras sobres su antiguos compañero de Sálvame ya tuvieron su réplica correspondiente y ahora le ha tocado a su mujer Marisa Martín Blázquez, aclarar algunos aspectos que se hablaron de su matrimonio. Lo cierto es que la pareja de periodistas siempre ha generado interés por lo particular de su relación: aunque siempre han negado ser pareja abierta, sí que han reconocido haber pasado varias crisis sentimentales, así como infidelidades por ambas partes.
Otra de las afirmaciones que más controversia han generado a lo largo de estos años es la de que ambos llegaron vírgenes al matrimonio, pues se confiesan católicos practicantes. Sin embargo ahora un nuevo testimonio, el de Carmen Montes, una antigua compañera de universidad de Marisa, ha alzado la voz para desmentir que esto sea cierto, asegurando que ella fue testigo de encuentros sexuales entre ambos cuando aún estaban solteros: "Están contado el cuento de Caperucita. Se acostaban en mi casa".
Según contó esta excompañera ‘traidora’ en el programa TardeAR, ambos iban a la casa situada en en la calle Santiago Bernabéu, en Madrid, para estudiar y que "en mitad de la noche" le pedía poder descansar en la habitación de su hermano: "Estaba clarísimo. Mi otro compañero y yo, que nos quedábamos en el salón, sabíamos a lo que iban al dormitorio porque no estaban mis padres, no había nadie (…) No eran vírgenes ni ellos, ni nosotros, ni ninguno. ¿Quién se va a comer que, con 19 o 20 años, eran vírgenes?". Al día siguiente, ella tuvo que limpiar la habitación: "Yo cambiaba las sábanas, la manta y todo".
Sorprendida por las palabras de su examiga, Marisa contestó en el mismo espacio de Telecinco: "Creo recordar que en una ocasión nos quedamos a dormir. Pero vamos, en seis años de noviazgo, Montero contó el otro día que hemos dormido juntos muchas veces. Posiblemente, ese día que nos quedamos a dormir de las tres veces pues a lo mejor llega un momento que estábamos reventados y dormimos. Ahora que ella pasara y viera lo que sucedía mientras dormíamos: ‘No, Carmen, no’".
A Marisa le asombra que salga ahora a la luz este testimonio, pues hace apenas unas semanas Carmen se puso en contacto con ella a través de Instagram para retomar su relación de amistad: "¿Qué interés tienes si, en todo caso, la gente estaba alucinando es que en esa época fuéramos como dijo Montero que fuimos? (…) Nosotros teníamos miles de casas, hemos viajado por el mundo... Si queríamos, podíamos haber estado en cualquier sitio".
El cambio de sábanas, "no es una prueba" de que en esa cama mantuviesen relaciones: "Yo siempre que alguien viene a mi casa pongo sábanas limpias y cuando se van las quito. Es una cosa de higiene pura y dura (…) A estas alturas de mi vida, de verdad que hay cosas que me hacen gracia. Me parece un poco cutre que llame Carmen para decir esta cosa como anécdota que no va a ningún sitio".