
El nuevo movimiento del príncipe Harry vuelve a causar conmoción en Reino Unido. El hijo del rey Carlos III ha llegado este martes a los Tribunales Reales de Justicia, en Londres, para hacer frente al último capítulo de su guerra judicial sobre el tema que afecta a su seguridad en Inglaterra: pide protección oficial dentro del país. El díscolo príncipe llegaba en coche a la inmediaciones del juzgado, situado en el centro de la capital británica, donde ha sido fotografiado mientras hacía un breve gesto de saludo a la prensa que esperaba su aparición.
Medios ingleses aseguran que Harry llegó a Londres el domingo, apenas unas horas antes de que su padre, el rey Carlos, partiera hacia Italia con su esposa Camila para su visita de Estado de cuatro días. Se desconoce si en algún momento se han visto, aunque todo parece indicar que no ha sido así.
El royal presentó una demanda contra el Ministerio del Interior Británico por la decisión que se tomó en febrero del año 2020 por parte del Comité Ejecutivo para la Protección de la Realiza y las Figuras Públicas (Ravec), que estipulaba que el menor de los hijo de Carlos III debía recibir un menor grado de protección en sus viajes en Gran Bretaña.
Esta protección pagada por lo contribuyentes se vería reducida, decisión que Harry ha llevado a los juzgados después de que el Gobierno desestimase sus quejas, dando la razón al citado organismo que justificaba su decisión argumentando que la protección policial personal a este debe ser "a medida" y considerada "caso por caso". El cambio de ‘estatus’ del duque de Sussex, después de su decisión de dejar de ser "miembro activo" de la Familia Real tras su mudanza a EEUU, fue el detonante de ello: "Les rogué que no me quitaran la protección policial armada que me acompañaba desde que nací", declaró el propio Harry en su autobiografía.

Cabe recordar que ya hubo una sentencia en febrero del año pasado que concluyó que el enfoque de Ravec era proporcional y justo. En su fallo de 52 páginas señalaban que los abogados del hijo de Carlos III habían hecho "una interpretación inapropiada" del proceso. La defensa de Harry apeló entonces a que esta sentencia rebajaba su seguridad y por tanto, la de sus hijos: "Es simple. Quiere que sus hijos Archie y Lilibet puedan conocer algún día su país de origen sin ningún peligro, y él pueda seguir desarrollando sus patrocinios y su importante labor", recoge en exclusiva la revista Hola.
"El Duque no pide un trato preferencial, sino una aplicación de las propias reglas del Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y las Figuras Públicas", dijo su portavoz en el mismo medio, mientras que fuentes cercanas a la pareja dicen que "este caso judicial es de fundamental importancia para él en términos familiares", pues de salir victorioso Harry podría acercar puentes entre el rey Carlos III y sus nietos.
Por el momento, el hijo menor de Diana de Gales ha tenido que abonar más de un millón de euros por las costas legales, tras salir perdedor en una primera instancia.

