
Curro Romero, de 91 años, se encuentra ingresado desde el pasado 1 de mayo en el hospital Virgen Macarena de Sevilla a causa de un proceso de infección en las vías urinarias que le ha afectado al riñón y le ha provocado fiebres altas. El torero está en observación hasta que su estado general mejore y pueda regresar a su domicilio en la capital andaluza para continuar con su recuperación, siempre arropado por su mujer, Carmen Tello, y sus seres queridos.
No ha sido hasta este lunes, cinco días después de su hospitalización, hasta que ha salido a la luz que el faraón de Camas se encuentra en un momento delicado, aunque todo apunta a que podría volver a su casa en las próximas 24 horas, cuando finalice el tratamiento antibiótico que está recibiendo.
Como ha confirmado su mujer en conversación con Espejo Público, el torero va mejorando poco a poco y, superado el susto inicial, todo está ahora más estable. "Los médicos están diciendo que el tratamiento está funcionando", explicó Carmen, apuntando que si los resultados de las pruebas médicas salen bien, podría recibir el alta en las próximas horas.
Este achaque de salud llega prácticamente un año después de la rotura de cadera que sufrió en su domicilio en mayo de 2024. Entonces, como ahora, fue intervenido en el Macarena, centro de referencia para el matador camero que, según han señalado sus allegados, muestra buen aspecto y se muestra muy animado.
Su última aparición pública fue en el pregón taurino del Círculo de Labradores de Sevilla en el que se rindió homenaje a su amigo y compañero Juan Antonio Ruiz Espartaco, donde se le vio muy animado a pesar de los achaques propios de su edad y de sus evidentes problemas de movilidad.

