
El fallecimiento de Val Kilmer, uno de los héroes del cine norteamericano de las últimas décadas, encasillado en papeles de villano, que bordaba, suscitó dudas sobre las causas que lo llevaron a la tumba el pasado 1 de abril. Ya no hay dudas al respecto, tras la autopsia a la que su cadáver fue sometido. Coprotagonista de películas taquilleras, la última de todas, secuela de "Top Gun", "Maverick", donde lo contrató Tom Cruise para ayudarlo en el ocaso de su vida. Estaba divorciado, no quiso volver a casarse y contaba con el cariño y ayuda de sus dos hijos, fruto de su único matrimonio.

Val Edward Kilmer era de Los Ángeles, donde nació el 31 de diciembre de 1959. Contaba, por lo tanto, sesenta y cinco años. Su presencia en la cinematografía norteamericana le deparó importantes triunfos, por lo común encarnando papeles de antagonista. Lo único que se le criticaba es no haber aceptado ofertas de dos directores tan prestigiosos como David Lynch y Francis Ford Coppola. No obstante su filmografía consta de títulos fáciles de recordar, bien de los cinéfilos o de espectadores habituales del cine de acción o de ciencia-ficción, donde Val Kilmer destacó por su fotogenia, sus alardes físicos, y esa mirada que es vital cuando un actor se enfrenta a una cámara.
Fue Oliver Stone quien lo eligió para el personaje de Filipo de Macedonia en "Alejandro Magno", en 1982. Cuatro años después era Tom "Iceman" Kazansky en "Top Gun: Ídolos del aire". Sería en la siguiente década cuando se convirtió en uno de los actores mejor pagados, en los siguientes filmes: "The Doors", donde encarnó al líder de aquella mítica banda rockera, Jim Morrison, fechado en 1991. Le siguió un western, "Tombstone", en 1993, para dos años más tarde enfrentarse nada menos que a los idolatrados Robert de Niro y Al Pacino en "Heat". El mismo año en el que destacó en "Batman forever". Luego, en 1997, trató de emular el éxito que había tenido tiempo atrás Roger Moore con su personaje del ladrón de guante blanco Simon Templar en "El Santo". Claro está que no siempre le favoreció la fortuna, pues rodó un par de películas perfectamente olvidables: "Planeta Rojo" y "La isla del doctor Moureau".
Prosiguió Val Kilmer su carrera en los años siguientes, ya en el nuevo siglo, con la continuidad que le garantizaba su buen quehacer en el cine. Los productores y directores lo estimaban como uno de los mejores villanos de la época. Pero al actor le esperaba una trampa mortal del destino, cuando su salud empeoró en el segundo decenio del 2000. Hacia 2015 le detectaron un cáncer de laringe, que acabó venciendo tras no pocos sacrificios. Por su adscripción a la religión de ciencia cristiana, se negó en principio a someterse a cualquier tratamiento. Fueron sus dos hijos quienes lograron convencerlo para que recibiera sesiones de quimioterapia, radioterapia y dos de traqueotomía. Pero aunque fue saliendo adelante con no pocos sacrificios y continuos dolores, sus dificultades para articular el habla le fueron impidiendo su retorno a los estudios cinematográficos. Y sólo se acordó de él su buen amigo y colega Tom Cruise, quien le ofreció un papel en la secuela de "Top Gun" ya mencionada líneas atrás, "Maverick", en 2022, rescatándolo del olvido en el que ya vivía Val. Sería su adiós a la pantalla.
Antes de esa despedida, Val Kilmer publicó sus memorias en 2020 y al año siguiente rodó un documental autobiográfico que, presentado en el Festival de Cannes, obtuvo el reconocimiento de la crítica. En ambos trabajos, repasaba su intensa vida, la que en el terreno íntimo le deparó no pocas satisfacciones, al mantener conquistas de actrices de relieve, como Cher, Lesley Ann Warren, Angeline Jolie, Daryl Hannah, Ellen Barkin, la modelo Cindy Crawford… Sólo estuvo casado una vez, también con una actriz, Joanne Whalley, a la que había conocido rodando la película "Willow" en la que ella participaba. Tuvieron dos hijos, niña y niño. La boda había tenido lugar en 1998. Se divorciaron en 1996. Y en adelante, Val Kilmer no quiso repetir la experiencia matrimonial. Sus últimos años los vivió en completa soledad, sólo rota por la presencia de sus hijos cuando iban a verlo.
La muerte de Val Kilmer sucedió, como indicábamos al principio, el 1 de abril de este año. Y la autopsia dictaminó las causas. Padecía insuficiencia respiratoria crónica y un carcoma en la base de la lengua, a lo que había de añadir otros factores como la desnutrición y una fístula traqueocutánea. Oficialmente, para entendernos, falleció de neumonía.