
Jamie Lee Curtis vuelve a acaparar titulares, pero esta vez no por el inminente estreno de su última película "Ponte en mi lugar de nuevo" el próximo 8 de agosto en cines, la segunda parte de la exitoso film 'Ponte en mi lugar' que tan buenas critcas y datos en taquilla acumuló.
Esta vez, el motivo tiene que ver con su última portada en la revista británica Saturday de The Guardian. En ella aparece con unos labios de cera rojos completamente deformados y desproporcionados, "es mi declaración contra la cirugía estética", afirmaba, "he hablado mucho del genocidio de una generación de mujeres por el complejo industrial cosmecéutico, que se han desfigurado a sí mismas. Los labios de cera lo demuestran", explicaba en la extensa entrevista concedida al medio.

En cuanto a si la palabra "genocidio" es demasiado "fuerte", contesta alto y claro, "la uso específicamente porque es una palabra fuerte. Creo que hemos acabado con una o dos generaciones de (apariencia) humana natural. El concepto de que puedes alterar tu aspecto a través de productos químicos, procedimientos quirúrgicos, rellenos... está desfigurando a generaciones de mujeres predominantemente que están alterando su apariencia".
Esta problemática se ha agravado con el uso desmesurado de filtros en las redes sociales, que cada vez más son un escaparate de vidas y cuerpos perfectos muy alejados de la realidad imperfecta que vivimos todos las personas: "En cuanto aplico un filtro y ves el antes y el después, es difícil no pensar: Ah, bueno, así queda mejor’. Pero, ¿qué es mejor? Mejor es falso. Y hay demasiados ejemplos"
"Me arrepentí inmediatamente"
Si echamos la vista atrás, ella misma se sometió a una cirugía en 1985, cuando tenía tan solo 27 años. En este caso, el director de fotografía de la película '"Perfect" en la que ella participaba dijo en una ocasión que no podía grabarla porque tenía los ojos hinchados. "Para mí fue muy embarazoso", recuerda. "Así que en cuanto terminó la película, acabé haciéndome cirugía plástica. Me arrepentí inmediatamente y me he arrepentido desde entonces". Además confiesa que durante su recuperación, se volvió adicta a los opiáceos.

La actriz es una firma defensora de las mujeres, especialmente en Hollywood, y no es la primera vez que la actriz denuncia presiones por parte de la industria: "Me he convertido en una defensora muy pública para deciros a las mujeres que sois preciosas y perfectas tal y como sois".

