
Siempre ha sido muy discreto con su vida íntima. Andrés Roca Rey ha llevado su noviazgo con la mayor prevención para que la prensa no supiera quien ocupaba su corazón desde la primavera de 2024. Pero al final se supo quién era la joven de quien estaba enamorado. Y ya este año no ha tenido más remedio que confirmar su relación sentimental con la joven estudiante Marina Díaz.
No ha dado detalles de cómo se conocieron. En una plaza de toros. Él estaba en el ruedo pero, entre idas y venidas desde el callejón, pudo contemplar en el tendido a una belleza juvenil que lo atrajo. Cruzaron sus miradas. Pero no hubo nada más aquella tarde. Acabaron por reencontrarse. Marina es amiga de Victoria Federica, la hija de la infanta Elena. Hubo un tiempo en el que se la relacionó íntimamente con el torero peruano. Mas aquella amistad no pasó a mayores. Y Andrés comenzó a salir con la guapa mexicana, hasta confesarle su amor.
Años atrás con quien Roca Rey salía muy a menudo era con una sevillana, Andrea Romero. Pese a que esa relación fue duradera, no hay constancia de que ningún reportero consiguiera dar testimonio de ello. Asimismo, quien hoy es la novia oficial del matador de toros limeño estaba muy ilusionada con otro joven torero, Antonio Catalán "Toñete". Hijo del importante empresario hotelero del mismo nombre, tuvo una fugaz carrera tras tomar la alternativa, pero acabó retirándose en 2020, consciente de sus limitaciones.

Marina Díaz ha estudiado en la Universidad de Guadalajara (México). Es evidente que su afición a los toros es grande, y a través de ella ha llegado a enamorarse de dos diestros, como queda dicho. Lo que no quiere es aparecer en la prensa, como ratifica Andrés. Hay fotografías de ambos, pero muy a pesar de ellos. Claro que, encontrándose en lugares públicos nada podían oponer. Por ejemplo, el pasado 22 de junio se les vio muy acaramelados en la plaza de España sevillana cuando asistieron a un concierto de Maná, el grupo azteca, durante el transcurso del Sevilla Fest. No ha sido la única ocasión en ser objeto de la atención de los reporteros. Lo que no han querido es posar en exclusiva para ninguna revista del corazón. Aún es una incógnita si piensan casarse, como es lo más probable. Pero ¿cuándo?
Andrés Raúl Roca Rey Valdez cumplirá veintinueve años el próximo mes de septiembre. Natural de Lima. Descendiente de un abuelo que fue torero, con un tío rejoneador y un hermano, Fernando, mayor que él, matador de toros, que ahora oficia de apoderado desde que Roberto Domínguez rompió era relación con el diestro.
La vocación taurina de Roca Rey es evidente. Con sólo siete años de edad se puso delante de una becerra en el transcurso de una fiesta familiar. A España vino en 2013. Cortó una oreja como novillero en su presentación en Las Ventas. Y dos cuando confirmó su alternativa en la Monumental madrileña, tras haberla tomado antes en Nimes con Enrique Ponce de padrino.
Aquella tarde isidril en Madrid, la de la confirmación, la del 16 de mayo de 2016, fuimos testigos, como muchas otras de espectadores, de que el valor es su principal virtud, arriesgando al máximo, en su cercanía con los toros. No se puede estar más cerca de ellos como lo hace Andrés. Sus faenas suscitan en el público una permanente sensación de peligro, de un ¡ay! que brota de miles de gargantas. El número de cogidas de las que ha sido víctima supera la media normal de los demás diestros en activo.
A propósito del miedo que pasa, y que termina venciendo, le viene de lejos. No sabíamos que al padecerlo hace bastantes años, tuvo que acudir a un psicólogo. Ha dicho recientemente: "No creo que esté mucho en mi profesión, aunque no podría asegurar ahora mismo si me retiraré de aquí a dos o tres años, o seis o siete". ¿Qué le motiva hace el paseíllo cada temporada en setenta u ochenta tardes? "El dinero desde luego que no, pero he de cobrar lo que genero en las taquillas, aunque no atraque a nadie. Lo que haré esta presente temporada es torear menos". No es el único ya en cobrar más que ningún otro espada y poner en las taquillas el "no hay billetes". Con su toreo estilista, la gracia sevillana, el arte puro, Morante de la Puebla ha vuelto en la presente temporada a llenar las plazas allí donde se anuncia.
No suelen coincidir en los carteles. Roca Rey, que hará el paseíllo este verano en los más importantes cosos, celebrará su décimo aniversario como matador de toros en la plaza de Lima, encerrándose con seis astados.
Vive en Sevilla, en una finca llamada "La Consentida", cortijo situado en el término de Gerena. La adquirió con sus primeros millones ganados jugándose la vida. Nadie le ha regalado nada.

