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Dick van Dyke, protagonista de "Mary Poppins", cumple 100 años: "Estoy como si tuviera 15"

Más allá del éxito, el bailarín venció 25 años de alcoholismo y una depresión, resurgiendo en televisión tras superar sus demonios personales.

Cordon Press

El actor norteamericano más viejo, Dick Van Dyke, cumple este 13 de diciembre cien años. Es el actor de Hollywood más veterano. Hace un año, al celebrar los noventa y nueve aprovechó para grabar un vídeo musical. "All my love". El recordado protagonista de "Mary Poppins" aceptó rodar esta especie de testamento en su casa de Malibú, California. Un vecino suyo, veterano también artista, Chris Martin, le acompañó al piano e interpretó a dúo fragmentos de varias canciones de añejos musicales. Lo excepcional estuvo en ver a Dick Van Dyke, aún ligeramente encorvado y todavía con elevada estatura, deslizarse, descalzo, con asombrosa agilidad, sin perder el equilibrio ni sentirse cansado. Durante los siete minutos de duración del vídeo, que luego ha sido acortado, aprovechó para comentar aspectos de su vejez y la familia, en términos positivos. "¿El amor? Es un sentimiento de preocupación hacia el cuidado del bienestar de otra persona, tanto por él o uno mismo. ¿La ancianidad? No tengo miedo a morir, creo que voy a estar bien allá donde me vaya". El mencionado vídeo, "All my love" es un canto a la vida. Y el gran actor, cantante y bailarín, con excelente sentido del humor, bromeó así: "Afortunadamente no estaré aquí cuando siga de presidente Donald Trump".

Dick Van Dyke, natural del estado de Missouri, nacido en 1925, con doble apelativo, Richard Wayne, era ya de un niño un prodigio cantando y bailando de modo intuitivo. Le llevó a expresar ya entonces su vis cómica no perdiéndose ninguna de las películas de Oliver y Hardy. Como profesional del mundo del espectáculo supo aunar esas habilidades añadiendo siempre a sus interpretaciones un toque de humor. Siempre sonreía, se mostraba cómplice con el público tanto en sus películas como en sus "shows" en televisión, lo que mantuvo en los primeros años 60 durante varias temporadas. "Tuve la suerte de ganarme la vida a base de hacer cosas graciosas", reflexionaba el actor.

"Mary Poppins" fue su trampolín al triunfo internacional desde la gran pantalla, formando pareja con la maravillosa Julie Andrews. Él era Bert, un divertido deshollinador que se enamoraba de la niñera de la historia. La película fue, desde su estreno en 1964, un ejemplo del mejor cine familiar, al punto de que todavía hoy, a los sesenta y un años, resiste el paso del tiempo y sigue siendo acogida por chicos y grandes cuando continúa exhibiéndose en todo el mundo, particularmente en estas entrañables fiestas navideñas.

Consiguió vencer el alcoholismo

Acerca de sus dos protagonistas ya mencionados hemos de contar una cuestión desagradable, que quizás ni entonces ni recordándolos ahora, fuera conocida por el gran público. Resulta que Dick iba todos los días al rodaje condicionado por su adicción alcohólica. Es sabido que quienes la padecen, han de seguir bebiendo desde temprana hora matinal si quieren mantenerse de pie. Nadie de quienes estaban a su lado en aquella filmación era consciente del estado del gran cómico bailarín. El que al regresar a casa comenzaba a delirar y a ser víctima de la consiguiente resaca. Veinticinco años le duró esa inclinación permanente al alcohol, y pudo vencerla, tras no pocas visitas a centros de rehabilitación, en 1993, lo que le permitió después de un prolongado paréntesis alejado del cine reaparecer en una serie televisiva de gran éxito, "Diagnóstico asesinato", desde ese año citado hasta 2001. Aquel sufrimiento lo llevó a una depresión suicida: quiso quitarse de en medio, decisión que afortunadamente no llevó a cabo.

Su compañera en "Mary Poppins", la muy dúctil estrella Julie Andrews, tenía otro vicio: el tabaco. Fumaba como un carretero, expresión aún utilizada entre nosotros. Empalmaba cigarrillo tras cigarrillo, compulsivamente. Como resultado, aparecieron unos nódulos en su garganta, que precisaron de una intervención quirúrgica. Fallida. Porque la estrella perdió la voz. La mayor desgracia para una actriz cantante. Pasado un largo tiempo y tras elevar una demanda, la justicia falló a su favor, siendo indemnizada por lo que se consideró un error médico.

Los amores de un seductor chistoso

Con su mujer, Arlene Silver

La vida privada de Dick Van Dyke es la de un hombre que se casó dos veces, y entre medias de ellas tuvo una amante. Margie Willett fue su primera esposa, con la que tuvo cuatro hijos, desde 1948 y 1984. El divorcio no nos cabe duda fue provocado por la época en la que el actor bebía de modo irrefrenable y en el hogar se mostraba irascible; todo lo contrario a la imagen que traslucía en "Mary Poppins" o en otra cinta de éxito, "Chity Chity Bang Bang". Ya todavía casado, en 1976 se buscó otra pareja, Michelle Triola Marvin, con la que convivió hasta 2009, cuando ella murió. Tres años más tarde, con ochenta y siete años, volvía a contraer matrimonio con Arlene Silver, maquilladora de cine a la que conoció en el transcurso de una gala de premios.

Acerca de su longevidad

En los últimos tiempos al ahora centenario Dick Van Dyke le han preguntado infinidad de veces qué vida ha llevado para permanecer tan lúcido y físicamente bien, dada su edad. A lo que ha respondido siempre, como recientemente en New York Times, que llevando una existencia sana, en la alimentación, yendo al gimnasio a menudo, alternando con amigos, mostrándose de buen humor, leyendo para mantener la mente y no perder la memoria… Todo eso que se sabe pero que no practican mucho. Hagámosle caso porque lleva más razón que un santo

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