
Algo que tienen en común todos los países, o más bien el mundo entero, es la celebración del fin de año, cada uno a su estilo y siguiendo distintos calendarios. Por ejemplo, en España, que sigue el calendario gregoriano, la celebración de Nochevieja tiene lugar el 31 de diciembre. En cambio, el Año Nuevo chino se celebra entre el 21 de enero y el 20 de febrero, según el calendario lunisolar, y en la tradición judía se sigue el calendario hebreo.
Aunque todos los habitantes de la planeta celebran este acontecimiento, no lo hacen de la misma manera. De hecho, es increíble ver las distintas tradiciones de cada país, las cuales siempre nos sorprenderán por lo particulares que son. Por ejemplo, en algunos países se tiene la costumbre de estrellar platos contra las casas, mientras que en otros está prohibido dormir toda la noche, no por la celebración en sí, sino por obligación.
¿Por qué en España comemos 12 uvas en fin de año?
La tradición de comer 12 uvas en Nochevieja tiene sus raíces en España y se ha extendido a países de Hispanoamérica. Existen varias teorías sobre el origen de esta costumbre, pero una de las más conocidas cuenta que en 1909 hubo una cosecha excepcional de uvas, lo que llevó a los productores a promocionarlas como "uvas de la suerte". Así, la gente comenzó a comer 12 uvas, una por cada mes del nuevo año, para atraer la prosperidad.
Otra teoría sugiere que la tradición proviene de finales del siglo XIX, cuando la clase burguesa celebraba con champán y uvas, y un grupo de madrileños decidió burlarse de esta costumbre comiendo uvas en la Puerta del Sol, lo que acabó popularizándola.

Dinamarca, la tierra de los vikingos
En Dinamarca, la Nochevieja se celebra con una tradición bastante singular, trata de lanzar y romper platos frente a la puerta de amigos y familiares. Cuantos más platos rotos haya en la puerta al día siguiente, más personas te estarán deseando lo mejor para el nuevo año. En lugar de tener miedo a romper la vajilla, en Dinamarca esto se considera una señal de muy buena suerte, lo que da una excusa perfecta para no usar los platos más caros.

El ritual budista de las 108 campanadas en Japón
En Japón, la transición al nuevo año se marca con una tradición no tan distinta a la nuestra, pero eso si, es mucho más larga. Se trata de las 108 campanadas en los templos budistas. Este número tiene un profundo simbolismo religioso, ya que representa los deseos terrenales de los que uno debe desprenderse para alcanzar el nirvana (el estado máximo de paz). La noche se completa con una comida de fideos y oraciones por un año próspero.

Comer lentejas en Italia
Mientras que en España se suelen cenar platos excepcionales como marisco, cordero o cochinillo, en Italia lo que no puede faltar en la mesa de Nochevieja es un buen plato de lentejas, que se sirven con cotechino (un embutido cocido). Para los italianos, las lentejas traen riqueza, una tradición que se remonta a la antigua Roma, donde se regalaban saquitos de lentejas para desear éxito. En algunas regiones de Italia, también es habitual arrojar objetos por la ventana antes de la medianoche, simbolizando la liberación de lo viejo para empezar de nuevo.

Ropa interior amarilla en Colombia
En Colombia, el color de la ropa interior es muy importante en Nochevieja. En lugar de usar rojo, como en otros países, se elige el amarillo, que simboliza éxito y energía.

Ritual de cenizas en Ecuador
En Ecuador, la llegada del Año Nuevo se celebra con la quema de un muñeco gigante llamado "Año Viejo", hecho de papel, madera y petardos. Este ritual simboliza la purificación de lo negativo y la bienvenida a un nuevo año lleno de buena suerte y energía positiva.

Lanzar zapatos para la buena fortuna en República Checa
En la República Checa, si no te has casado antes de Nochevieja, en lugar de apuntarte a páginas de citas, ¡puedes lanzar un zapato! La tradición consiste en tirar un zapato hacia la puerta de casa, y si el zapato aterriza con la puntera hacia la calle, se considera un presagio de buena suerte y, posiblemente, de una boda futura.

El festín de los festines en Estonia
Si en España se tiene un distinto concepto de "estar llenos" cuando termina la cena de Nochevieja que en Estonia. Allí la Nochevieja se celebra con una serie de festines, en los que se comen hasta siete comidas diferentes durante el 31 de diciembre. La idea es garantizar un año lleno de abundancia, ya que según la tradición, cuantas más veces se coma, más próspero será el nuevo año.

Prohibido dormir en Corea: ¡despiertos para evitar las cejas blancas!
En Corea, no se llama Nochevieja sino Seollal, el primer día del año lunar, y está rodeada de supersticiones. Lo fuerte de esto es que está prohibido dormir toda la noche, ya que según la leyenda, quien duerma se despertará con las cejas blancas. Las familias mantienen todas las luces encendidas para mantenerse despiertas y comienzan el año con un ritual de limpieza de la casa para ahuyentar los malos espíritus.

El carnaval de Winneba en Ghana
En Ghana, el Año Nuevo se celebra con un carnaval en Winneba, donde los lugareños se visten con trajes llamativos y compiten por el mejor disfraz y actuación. Es una fiesta llena de música, color y diversión.

Las tradiciones en Filipinas
Una de las costumbres más inusuales de la Nochevieja en Filipinas es la creencia de que usar ropa con lunares y llenar los bolsillos con monedas atrae la buena suerte, la prosperidad y la salud.
El sonido de las monedas al agitarse se asocia con la abundancia. Además, las familias dejan las ventanas abiertas para permitir que entre el nuevo año y salga el viejo, interpretándose como un mal augurio si alguna ventana se rompe. También, se cree que los niños deben saltar a la medianoche para "crecer más altos", reflejando la mezcla de creencias religiosas y supersticiones propias de las celebraciones filipinas.

Estas son solo algunas de las tradiciones más curiosas y sorprendentes que marcan el cambio de año alrededor del mundo. Desde lanzamientos de platos y zapatos hasta rituales de limpieza y más de 100 campanadas. El mundo entero celebra esta tradición, pero está claro que cada uno lo hace a su manera pero siempre con el deseo común de dar la bienvenida al año nuevo con esperanza, buena suerte, abundancia y mucha fiesta y felicidad.
