
Chiara Ferragni fue sin duda una de los primeros referentes italianos en el mundo de las redes sociales y, como todo pionero aunque tuvo sus dificultades, siempre ha sido muy querida por sus seguidores, quienes han seguido de cerca todo lo que publicaba de su vida: desde el contenido de moda y belleza, hasta el más personal, con sus hijos Leone y Vittoria y su exmarido, el rapero Fedez. Era sin duda una de las familias más seguidas en redes por el contenido natural y "sin filtros" que publicaban. Sin embargo, en los últimos dos años, Chiara se ha visto en vuelta en graves polémicas de las que todavía hoy se sigue recuperando.
Todo comenzó con el famoso Pandoro Gate, donde se le acusó de promocionar el tradicional dulce navideño italiano con falsos fines benéficos. Su popularidad bajó drásticamente, perdiendo miles de seguidores. A esto le siguió la separación con Fedez, que aunque al principio pensábamos que iba a ser amistosa terminó convirtiéndose en una auténtica batalla legal. Y ahora, cuando parece que poco a poco va recuperando la normalidad e incluso parece que el amor vuelve a llamar a su puerta con el famoso empresario italiano Giovanni Tronchetti, "un descuido" vuelve a llevarla al centro de la polémica.
La influencer ha pasado unas vacaciones navideñas tranquilas con sus hijos y desde el divorcio, ya no muestra sus caras en redes sociales, pero sí que están presentes en sus publicaciones: haciendo esquí en Suiza o cenado en Milán, unas vacaciones de ensueño para muchos.
Sin embargo, ha sido una de sus últimas publicaciones la que ha causado el revuelo. En ella se podía ver a la influencer y a su hija Vittoria de espaldas paseando por las calles de París con dos preciosos gorros de punto, el de su hija con forma de fresa, pero nada más lejos de la realidad.
Los seguidores de Chiara se dieron cuenta de que la fotografía tenía en una esquina una marca de agua azul, lo que significa que la foto no es suya. Realmente la fotografía forma parte de un video de la influencer parisina Iris de Richemont, quien aparece junto a su hija Maxime.
La imagen enseguida se hizo viral, por lo que Chiara rápidamente quiso solucionarlo etiquetando a la verdadera autora, sin embargo, el daño ya estaba hecho y sus seguidores la acusan ahora de "robar contenido" a otras creadores por su falta de originalidad, algo muy importante en el mundo de las redes sociales.

