Los tira y afloja entre Carlos Alcaraz y su entrenador: "A veces Juanki y yo no estamos en la misma sintonía"

Carlos Alcaraz, uno de los mayores talentos del tenis mundial, visitó anoche el programa El Hormiguero, donde dejó entrever no solo su estado físico de cara al Mutua Madrid Open, sino también algunos roces con su entorno más cercano debido a su estilo de vida fuera de la pista. Con apenas 21 años, el murciano se encuentra en ese punto de equilibrio entre la exigencia del deporte profesional y el deseo natural de vivir su juventud con libertad.

Su estado físico

Durante la entrevista, el tenista español fue claro al señalar que aún no hay certeza sobre su participación en el Masters 1000 de Madrid. "Me hice unas pruebas el lunes. Estoy a la espera. Pensaba que iba a estar mejor, estamos un poco fastidiados. A ver cómo evoluciona en estos días. Está en duda, hay que escuchar al cuerpo, el jueves hablamos con el equipo médico. Voy a hacer todo lo posible para poder jugar", afirmó.

La incertidumbre se confirmó esta misma mañana con la noticia de que el joven murciano no jugará finalmente el Mutua Madrid Open debido a lesiones. Esta decisión llega después de un periodo complicado, como recordó él mismo al rememorar su victoria en Roland Garros: "Venía de un periodo muy malo. En los primeros entrenamientos no sabía si podría golpear con la derecha. Se juntó mi sueño de niño con las dudas que se iban. Fue una maravilla".

Celebraciones y fiestas: el otro Alcaraz

Una de las partes más comentadas de la entrevista fue cuando Alcaraz habló de su forma de celebrar los triunfos. Tras su histórica victoria en París, no dudó en confesar: "Pensaba en pegarme una como dios manda". A continuación, admitió sin reparos: "Bebo de vez en cuando más de la cuenta", y dejó claro que no por ser deportista profesional renuncia a ciertos placeres: "Yo soy fiel a la ginebra limón, pero depende del día, si esa noche toca, lo que me traigan".

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Pese a que estas declaraciones pudieran parecer frívolas, el murciano las contextualizó como parte de un cuidado necesario de su salud mental. En este sentido, recordó su viaje a Ibiza justo antes de Wimbledon, un torneo que también ganó: "Yo no opino, voy a Ibiza y gano. Cuando desconectas y lo pasas bien con tus amigos, juegas mejor, y los resultados llegaron", explicó entre risas a Motos.

Los choques con su equipo

Más allá de las anécdotas, Alcaraz también habló sobre la tensión que a veces surge con su equipo técnico, especialmente con su entrenador, Juan Carlos Ferrero. En un momento del documental Carlos Alcaraz: A mi manera —que presentó en el programa El Hormiguero y que está disponible en Netflix—, varias personas de su entorno consideraron que su escapada a Ibiza fue una decisión egoísta. Carlos respondió con firmeza: "Me voy haciendo mayor, tengo que tomar mis propias decisiones".

Y añadió un matiz importante sobre la dinámica con su equipo: "Para ellos es complicado enfrentarnos. Yo quiero hacer una cosa y ellos dicen que no toca. Me he ido, pero con el runrún de que no les gusta. Me hago mayor, a veces escucho, a veces no, quiero tomar la iniciativa y equivocarme yo".

Aunque su entrenador Ferrero —con quien mantiene una relación cercana— ha sido clave en su evolución, hay momentos de desacuerdo. "A veces Juanki y yo no estamos en la misma sintonía", confesó con sinceridad.