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Receta: quiché de verduras, champiñones y lentejas

Una manera estupenda de comer verduras es con una quiché, requiere una preparación algo elaborada pero se puede comer tanto fría como caliente.

Quiché de verduras y frutos secos. | Pixabay/CC/Antonio_Cansino

La quiche es una tarta salada de base firme y relleno tierno que tiene su origen en la cocina francesa, concretamente en la antigua región de Lorraine, al noreste del país. Recibe su nombre del término lorenés küchen, que a su vez, proviene del vocablo alemán Kuchen, que se traduciría como pastel.

Esta manera de preparar las verduras es una idea estupenda para aquellos que no son muy propensos a comer verdura en el día a día, además esta quiché de verduras, champiñones y lentejas tiene todo lo que se puede pedir a una comida rica y saciante. Desde Libertad Digital te invitamos a coger papel y bolígrafo y apuntar esta receta para sorprender a los tuyos en Navidad.

Ingredientes (para cuatro raciones):

Preparación:

Lo primero que debemos hacer es sofreír la cebolla y el ajo junto a un pelín de sal y un chorro de aceite de oliva. Poco a poco vamos añadiendo las verduras que previamente hemos pelado y troceado. Una vez tenemos todos los ingredientes añadimos un poco de agua y tapamos la sartén y lo dejamos a fuego medio. Recordad que hay que ir removiendo de vez en cuando.

Pasado un rato pequeño, cuando se haya evaporado parte del agua, es el momento de añadir el vino blanco y las hierbas provenzales. Ahora lo dejamos unos 15 minutos o hasta que uno considere que está listo.

A parte, preparamos la masa quebrada, como consejo, hay que dejar debajo el papel que traía el envoltorio para que a la hora de desmoldar sea sencillo, también puede ponerse papel de horno en el molde, el resultado será el mismo. Hay que pinchar con un tenedor toda la masa. Después la ponemos en el horno a 190ºC durante 12-14 minutos.

Mientras tanto, en un bol preparamos la nata para cocinar junto con los huevos y el queso grana padano y un poco de sal. Removemos todo bien y añadimos el resto de ingredientes, lo que hemos cocinado en la sartén. Mezclamos todo bien y está listo para verter sobre la masa quebrada.

Cuando lo tengamos listo, simplemente hay que dejarlo en el horno, también a 190ºC, durante 45-50 minutos. Como en todas la recetas con horno, el tiempo y la temperatura varían ligeramente en función de cada horno. Pasado este tiempo simplemente nos quedará sacarlo, dejarlo enfriar ligeramente y lo podemos comer templado o frío del todo.

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