La pinsa romana es una masa de origen italiano que está a medio camino entre la masa de una pizza y la masa de una focaccia. Lo que hace que se diferencie de las otras masas es tanto su formulación como su fermentación.
Una 'pinsa' es una especie de pizza romana ovalada pero tienen sus diferencias, según su elaboración, ingredientes de la masa, tiempo de fermentación y cocción.
Además, recibe su nombre de la palabra latina "Pinsere", que significa "presionar" o "aplanar", ya que no se utiliza el rodillo para estirarla, sino que se aplana con las manos y se le da forma ovalada. El resultado de esta masa es una base mucho más ligera y crujiente que la de otras masas y además es mucho más digestiva.
En Libertad Digital hemos optado por hacer dos, una carnívora y otra para vegetarianos, pero los ingredientes de la misma pueden ser los que más nos apetezcan en el momento. La clave es la manera de hacer la masa. Como siempre, no olvidéis coger papel y bolígrafo para no perderos detalle de la receta.
Ingredientes (para dos pinsas):
- 200ml de agua
- 150gr de harina de garbanzos
- cuatro cucharadas de tomate frito
- 25gr de levadura fresca
- 20gr de queso philadelphia
- un puñado de espinacas
- una cucharada de aceite de oliva virgen extra
- una loncha de bacon
- un puñado de queso rallado light
- una cucharadita de orégano
- una pizca de sal
Preparación:
Lo primero que debemos hacer es disolver la levadura en agua templada, una vez lo tenemos listo le añadimos la harina de garbanzos y el aceite de oliva. Removemos bien y cuando tengamos una mezcla homogénea dejamos reposar tapado con un trapo cerca de una hora.
Pasado este tiempo extendemos la masa y le damos forma de pinsa, recordad que debe ser ovalada. Echamos los ingredientes al gusto, en nuestro caso una sería con tomate, queso philadelphia, y bacon y la otra con tomate, bacon y queso rallado. Cada uno aquí puede poner los ingredientes que desee.
Cuando tenemos el horno ya caliente a 180ºC simplemente nos quedaría hornear durante 20 minutos y listo para disfrutar.