Helsinki en blanco y negro
Un paseo por la capital de Finlandia, una hermosa ciudad que nos ofrece lo mejor de si misma con el encanto de la fotografía en blanco y negro.
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El interior de la estación no da una idea más clara de sus monumentales dimensiones
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Esculturas y torre de la estación de trenes, uno de los edificios más interesantes y monumentales de la ciudad
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Helsinki se abre al mar en multitud de bahías y muelles más o menos pequeños, En la imagen, el puerto de la ciudad
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Junto al puerto un pequeño mercadillo cuelga algunos tenderetes un tanto peculiares, como este con gorros y bufandas...
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O este en la que una mujer vendía una muñecas un tanto terroríficas
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También hay puestos de comida en los que el pescado fresco se mezcla con naturalidad con las salchichas
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También junto al puerto una antigua lonja se ha convertido en un mercado de delicatessen perfecto para los turistas
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Un pequeño bar en el propio mercado nos permite disfrutar de un café con vistas al mar
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Calles adoquinadas y con raíles para los tranvías nos internan en el centro de la ciudad
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La escultura de un rinoceronte a tamaño natural nos sorprende en una calle de Helsinki cercana a la bolsa
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El interior de una de las principales oficinas en la ciudad del banco Nordea es un ejemplo de arquitectura y diseño con cierta influencia soviética
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La catedral ortodoxa de Helsinki es un imponente edificio de ladrillo rojo que se eleva en un promontorio muy cerca del mar
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Desde la catedral ortodoxa se puede ver también la blanca catedral luterana, construida también en lo alto de forma que ambos edificios parecen rivalizar en la distancia
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Unas imponentes escaleras nos permiten acceder a la elevada iglesia. El blanco de los muros del templo contrasta con la piedra oscura de los escalones en un día de lluvia
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El interior de la iglesia es de decoración espartano, como suele ocurrir con los templos luteranos, las únicas concesiones al lujo son las lámparas y el órgano
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Un ejemplo de lo que podríamos denominar confianza nórdica: sírvale usted mismo y pague aquí, sin vigilancia de ningún tipo. ¿Funcionaría en España, Italia o Grecia?
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La capilla del silencio es un edificio muy peculiar en pleno centro de Helsinki: hecho completamente de madera y con una suaves formas curvas llama poderosamente la atención en mitad del paisaje urbano
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Otro detalle de la curvada estructura de la capilla
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La bellísima Iglesia de la Roca ha superado en fama incluso a las tres catedrales de Helsinki. Inaugurada en 1969 es un original y acertado diseño de los hermanos Timo y Tuomo Suomalainen
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Las grandes puertas con una peculiar decoración son uno de los rasgos del estilo arquitectónico con aire art deco que predomina en el centro de Helsinki
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El Museo del Diseño, el lugar perfecto para descubrir que muchos objetos cotidianos de nuestras casas fueron diseñados en Finlandia
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Una de las salas del Museo
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La fábrica de porcelanas Arabia es otra visita muy interesante y también un paseo por la historia del diseño finés
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El barco que nos lleva a Suomenlinna nos ofrece unas estupendas vistas del puerto de Helsinki y de parte de la ciudad
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El camino a Suamenlinna está cuajado de pequeñas islas, muchas de ellas con viviendas de apariencia lujosa
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Una imagen del pequeño transbordador acercándose a Suonmelinna
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El conjunto de murallas y fortificaciones de Suonmelinna ha merecido ser distinguido como Patrimonio de la Humanidad. Iniciadas en el S XVIII tuvieron uso militar hasta más allá de la II Guerra Mundial
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El interior de las fortificaciones crea peculiares espacios por los que los pocos habitantes de la isla y los turistas transitan como por un lugar sin importancia
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Un rincón de la isla
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Viejos cañones miran al mar esperando a un enemigo que, afortunadamente, ya no llega
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En la parte de la isla más expuesta al viento marino no hay prácticamente más vegetación que una hierba alta azotada continuamente por un aire helador
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Uno de los viejos cañones herrumbrosos que hoy sirven de poco más que de juguete para niños y escenario de las fotos de los turistas
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Unas 900 personas viven en Suomenlinna, separados por unos 20 minutos de transbordador de la ciudad -y casi se diría que de la civilización- pueden dejar sin problemas sus cosas en el exterior de sus casas
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Una valla blanca que muestra en su pintura los rigores del viento y el frío de Suomenlinna
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