La ciudad de Ávila se ha engalanado ese fin de semana para organizar su evento más esperado y de más éxito, que además este año cumplen su XXV aniversario por todo lo alto.
Más de 60 actividades entre el viernes y el domingo forman parte del completo programa diseñado por el Ayuntamiento de Ávila con espectaculares torneos a caballo, demostraciones de esgrima, cetrería, exposiciones de armas y trajes medievales, gastronomía y desfiles en los que participan muchos vecinos para revivir el pasado de esta ciudad castellana, ya de por sí escenario real del medievo.
Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, las Jornadas Medievales transcurren en uno de los recintos amurallados mejor conservados del mundo. La muralla del siglo XII, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, con sus 2,5 kilómetros de longitud, que será testigo de uno de los grandes tesoros abulenses: su Mercado de las Tres Culturas. Porque aquí convivieron judíos, cristianos y árabes, dejando un privilegiado testimonio que ha perdurado a través de los siglos.
La fiesta arrancó con la Bienvenida a los Mercadores en la plaza del Mercado Chico, el vistoso desfile de las Tres Culturas, continuando con el primer Gran Torneo Medieval y las primeras exhibiciones de aves rapaces, que dejaron muchas y bellas imágenes para el recuerdo.
Desfile de las Tres Culturas
El Desfile de las Tres Culturas celebrado ese sábado fue un derroche de arte y tradición, además de vitalidad y ganas tras la pandemia por parte de todos los participantes, vecinos de la propia ciudad y venidos de muchos otros puntos de España. Como dos parejas preguntadas por este medio y venidas desde procedencias nacionales de lo ms variado: Extremadura, País Vasco y Madrid, "nos gusta el ambiente, la participación de mucha gente de la ciudad y la gastronomía". "Este no es un fin de semana normal y se ha notado el regreso del festival con mucha fuerza"
Desde el Mercado Chico recorrió las calles del centro de la ciudad castellana, para desembocar en el Mercado Grande, invadiendo cada esquina de Ávila de la belleza de la Edad Media. Los tejidos bordados en oro, la magia de la poesía, las flautas, los laúdes, los flautines. Espadachines, doncellas de tocado, caballeros emplumados, la Corte de Palacio, los bailes de bandera, cada detalle mostrado con orgullo durante el desfile fue como viajar siglos atrás y vivir, de verdad, la historia medieval de la ciudad.
Cetrería, torneos a caballo y gastronomía judía
El Atrio de San Isidro es donde presenciar el vuelo de los halcones. Los espectáculos de cetrería encandilan a los presentes todos los días por la mañana y por la tarde, animando también a ver de cerca el Gran Torneo Medieval a caballo, una exhibición de fuerza y gallardía que no podía tener lugar otro escenario más que a los pies de la mole pétrea que es la muralla de Ávila, con pases el sábado y el domingo.
En el Episcopio también se dieron cita los títeres y la música medieval. Conciertos, danza árabe, bufones, trovadores y juglares, duendecillos fueron los protagonistas de espectáculos circenses que con su arte y sus malabares que han entretenido al público, desde las familias con niños, hasta parejas y grupos de amigos. En este mismo espacio, se celebra un taller de trajes medievales y se puede ver la exposición de Trajes Medievales hasta el 11 de septiembre.
La gastronomía fue también la protagonista en el Palacio de Superunda durante este sábado. Desde las 18:30 horas tuvo lugar un showcooking a cargo de Javier Zafra, un chef de calidad, experto en la cocina sefardí, que explicó con maestría y en un tono muy divulgativo la experiencia culinaria de este pueblo y que también recopila en su libro La cocina judía, de lo cotidiano a lo sagrado. Una mezcla de sabores y culturas que define a la perfección la esencia del Mercado de las Tres Culturas de Ávila, una de las fiestas medievales más importantes de España y que colgó el cartel de aforo completo como casi todos los eventos del programa que se ha preparado para este año para celebrar la veteranía de las Jornadas Medievales que cumplen 25 años.