La comida picante está cada día más presente en los platos occidentales con ingredientes llegados de Asia y Latino América. Pero en la gastronomía española son muy comunes productos que tienen ese efecto picante, como el ajo, la cebolla o el pimiento. Guindillas, ají, pimiento, chiles, cayena o ñora conforman la extensa familia Capsicum, que se caracteriza por proporcionar un gusto picante a las elaboraciones, siendo uno de los pocos sabores que es capaz de dividir a los comensales en dos grupos bien delimitados: los que lo aman y los que lo odian.
Además de aportar picante al plato, estos alimentos tienen efectos beneficiosos en la salud de quien los consume. Para ser más exactos, las comidas picantes son muy saludables por su poder antioxidante y antiinflamatorio, además, aumenta el gasto energético, acelera el metabolismo y ayuda a perder peso.
Eso sí, hay que tener en cuenta que se trata de un alimento que hay que tomar con moderación, puesto que su abuso también puede provocar daños como acidez o irritación y las personas con problemas digestivos deben evitarlo. Y esa moderación se traduce, según los expertos, en tres comidas picantes a la semana. Esto es porque, se ha visto en algunos estudios realizados en la población asiática, con un consumo mucho más elevado de picante que en occidente, un posible aumento del riesgo de cáncer de estómago.
Ante estas premisas, hay que hacerse la pregunta de si la comida picante es saludable o todo lo contrario. Actualmente, los expertos dan una respuesta afirmativa, aunque con algunos matices. El picante es además un buen sustituto de la sal para aportar más sabor a la comida, pero puede perjudicar a individuos que tienen problemas digestivos.
Las bondades terapéuticas del picante pasan por su alto contenido en vitaminas y su poder antioxidante y antiinflamatorio. Hay que destacar que tradicionalmente los picantes naturales han sido utilizados para estimular la circulación sanguínea, promover la sudoración, y mejorar la digestión, sin pasar por alto que por sus propiedades fungicidas, bactericidas, antisépticas y antiinflamatorias. Por ello, se aconsejan como conservantes de alimentos para así evitar toxiinfecciones alimentarias, así como apoyo terapéutico para resfriados o dolor, para prevenir la parasitación intestinal, etcétera.
Beneficios de la comida picante
Los últimos estudios ofrecen resultados muy positivos de las consecuencias en el peso corporal de la capsaicina, uno de los principales componentes del picante, más exactamente dicen que aumenta el gasto energético, acelera el metabolismo y ayuda a perder peso. También aumenta la sensación de saciedad.
Otra de las ventajas es su poder antiinflamatorio: Se ha visto que activa la circulación y disminuye la inflamación de las arterias. En este sentido, hay que añadirle un papel beneficioso en la disminución de los radicales libres, lo que ayuda en el envejecimiento. Los hipertensos pueden sustituir la sal por el picante y en los diabéticos ayuda a mantener estables los niveles de insulina. El picante favorece la liberación de endorfinas y serotonina, con el consiguiente efecto positivo sobre el ánimo.
Posible poder anticancerígeno y adelgazante del picante. Algunos de los mitos más extendidos del picante son sus posibles poderes anticancerígenos y adelgazantes, unas virtudes que, aunque están basadas en argumentos válidos, no están científicamente demostradas en los seres humanos. A pesar de ello, sí existen diferentes estudios que han conseguido relacionar algunos componentes de los picantes, como el gingerol del jengibre, o la curcumina presente en mostaza o curry, con una disminución de la propensión a padecer algunos tipos de cáncer como el colorrectal o de las vías urinarias. Pero, a día de hoy, no se tienen evidencias científicas suficientes como para poder afirmarlo.
Beneficios demostrados del picante
- Mejorar la circulación de la sangre. Utilizar especias picantes puede ser un buen sustituto de la sal, hecho que puede favorecer un mejor control de la hipertensión arterial.
- Es un alimento termogénico
- Mejora el estado de ánimo
- Rico en vitaminas
- Evita el colesterol y problemas cardíacos
- Quemar calorías
- Antiinflamatorio y analgésico
- Estimula las secreciones gástricas, por lo que el consumo de alimentos picantes en cantidad moderada puede ayudar a favorecer las digestiones. Por ejemplo, el jengibre favorece la digestión y previene las náuseas y vómitos derivados del embarazo o la quimioterapia.
- Es un activador del metabolismo energético. Alimentos como la mostaza o la pimienta pueden activar una de las enzimas clave en la regulación del metabolismo y el control energético. Por lo que puede ayudar en el tratamiento del sobrepeso, la obesidad y otras enfermedades metabólicas como la diabetes ya que también modula los niveles de glucosa en sangre.
Inconvenientes de la comida picante
Los estudios tienen líneas a veces contradictorias, pero está demostrado que los alimentos picantes influyen en la producción de ácidos y pueden perjudicar a las personas con reflujo gastroensofágico. Tampoco se recomienda en personas con úlceras y hemorroides por sus consecuencias irritativas. En pacientes con determinados problemas, como úlceras, aumenta el riesgo de cáncer de estómago, pero no está claro si está asociado solo al consumo de picante, o como sucede en las poblaciones asiáticas, se debe a que la comida está a temperaturas muy altas cuando se ingiere o a la forma de cocinar.
También hay que destacar que los productos picantes pueden causar más molestias a los fumadores porque tienen la tráquea más irritada y a quienes sufren hemorroides por su efecto irritativo. No provocan hemorroides sino que si se padecen, pueden inflamarse más. Tampoco es aconsejable en mujeres embarazadas debido a la acidez.
Cada cuánto es aconsejable tomar picante
En cuanto a la frecuencia, algunos expertos consideran que las personas sanas pueden tomar sustancias picantes prácticamente a diario si se hace en el contexto de una alimentación equilibrada y como sustituto de la sal, que en España se ingiere en exceso. Sin embargo, personas con algún tipo de enfermedad especialmente relacionada con el estómago, mejor como mucho tres comidas a la semana.