
La Comisión Europea ha dado luz verde a alrededor de 700 escáneres que permitirán agilizar los controles en los aeropuertos en lo relativo a líquidos y dispositivos electrónicos. Los nuevos escáneres permitirán a los pasajeros llevar líquidos de más de 100 mililitros en cabina y no tener que sacar de sus maletas de mano los dispositivos electrónicos.
Tras el visto bueno de la Comisión Europea, cada aeropuerto tiene ahora la "responsabilidad de informar a los pasajeros" sobre los aspectos prácticos y sobre el uso que van a hacer de los escáneres.
Hay alrededor de 700 de estos escáneres ya están instalados en 21 países de la Unión Europea, entre ellos en los aeropuertos Adolfo Suárez Madrid-Barajas, Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y el de Palma de Mallorca, que deberán ahora informar de si aplican cambios o no en sus políticas de restricciones al equipaje de mano.
Los nuevos dispositivos están disponibles además en grandes aeropuertos como los alemanes de Fránkfurt y Múnich; los italianos de Roma y Milán; en Ámsterdam, así como en aeródromos de Austria, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, República Checa, Rumanía y Suecia.
El Ejecutivo comunitario había prohibido el uso de estas máquinas el año pasado alegando que los escáneres tenían problemas técnicos que impedían realizar los controles del equipaje de mano con seguridad, pero ahora los ha autorizado, después de que la Conferencia Europea de Aviación Civil haya dado su visto bueno.
El objetivo de estos escáneres es agilizar los controles de seguridad, ya que permitirán que no se tenga que depositar como hasta ahora todos los dispositivos electrónicos en bandejas ni mostrar los líquidos del equipaje de mano. Estas medidas fueron impuestas tras los atentados del 11-S en Estados Unidos, en 2001, y tras varios ataques fallidos en un complot terrorista en vuelos transatlánticos en 2006.
