
Carmelo Jordá y Kelu Robles nos llevan en esta edición de El Placer de Viajar a un par de lugares muy interesantes de la provincia de Burgos y a un rincón excepcional de Suiza.
Es el colaborador más habitual del programa, David Alonso, el que relata su viaje por Suiza, destacando el glaciar Aletsch, el más grande de los Alpes. Este lugar, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se extiende 23 km y ofrece una naturaleza y unos paisajes abrumadores. El acceso es especial, combinando trenes y teleféricos, dado que en la zona solo circulan vehículos eléctricos.
David se alojó en Riederalp y Bettmeralp, pequeños pueblos alpinos con vistas espectaculares, describiendo un paisaje idílico de Heidi. La experiencia incluyó una capilla en Bettmeralp con una panorámica asombrosa y superar el desafío del frío a altitudes de hasta 2.800 metros, que incluso en otoño suponen todo un reto.
En cuanto a la gastronomía, la cocina suiza es marcadamente calórica, con platos como la fondue y la raclette. Recomendó el restaurante Chüestall, una antigua cuadra de vacas, donde probó la cólera, un pastel de verduras y frutas. Para los viajeros, destacó la utilidad de la tarjeta Swiss Pass y la posibilidad de comprar quesos en el supermercado Migros del aeropuerto de Zúrich.
Kelu Robles, por su parte, viajó a Clunia Sulpicia, una imponente ciudad romana en la provincia de Burgos. Su historia se remonta al siglo I d.C., cuando Servio Galba se refugió allí antes de convertirse en emperador. La ciudad llegó a ocupar 130 hectáreas y se estima que tuvo 18.000 habitantes.
Tras el declive romano, la enorme ciudad fue cubierta por la naturaleza, lo que permitió que se haya conservado de una forma extraordinaria. Entre sus singularidades, destacan sus casas adaptadas al clima, con un sofisticado sistema de abastecimiento de agua y un innovador sistema de calefacción por hypocausto. Es, con todos esos sistemas a la vista, un sitio perfecto para descubrir como se vivía en la Hispania de los primeros siglos.
El yacimiento de Clunia Sulpicia cuenta con un enorme teatro con capacidad para 9.000 personas, superando incluso al de Mérida. También alberga una curiosa ermita visigoda, vinculada a Santo Domingo de Guzmán. Kelu Robles continuó su recorrido por la comarca de la Ribera del Duero, visitando Peñaranda de Duero, una localidad pintoresca que muestra la grandeza de la arquitectura de los Condes de Miranda, quienes impulsaron su desarrollo monumental.
En Peñaranda de Duero, la Colegiata es un templo de gran tamaño que tardó 200 años en construirse, con una impresionante bóveda de crucería estrellada. El pueblo destaca también por sus bodegas subterráneas, como la Bodega de la Cárcel, que ahora funciona como centro cultural. Además, Peñaranda cuenta con la botica más antigua de España, un taller de cerámica tradicional y un castillo imponente con seis plantas y un calabozo, reconvertido en centro de interpretación de castillos. La gastronomía local incluye morcilla de Burgos, lechazo al horno y exquisitos postres como el hojaldre de crema y nata, disfrutados por Kelu en el restaurante Posada Ducal.
