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Carta de amor

Para fer, mi hijo

EL papá me quiere más que a ti porque me ha escrito una carta muy bonita, y a ti no. ¿Recuerdas?

Carta de amor: 'Para Fer, mi hijo'

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Las palabras de Vicente fueron una simple escaramuza entre hermanos y con estas líneas deben quedar en el olvido.

Conocerás a una especial jovencita, diferente y exclusiva, que te atraerá. Sin darte cuenta ocupará tu pensamiento y la razón. Te enamorarás. Con sencillez le explicarás lo que sientes por ella. Y si te corresponde con la misma intensidad y entre vosotros prima el respeto mutuo, te sucederá lo más bonito que te puede ocurrir en esta vida. Y cuando transcurran los años, y con el alma en la mano, sientas al decirle: "siempre tengo presente el día y la suerte que tuve de conocerte" y el azar sea cómplice de vuestro amor, comprenderás el sentir de tus padres, y que de ese sentimiento llegaste tú.

Y si no ocurre así, no tiene ninguna importancia porque no has llegado para ceñirte a ningún guión, ni cubrir expectativas. Estás en este viaje, que es la vida, para que elijas libremente tu camino y tu sueño. Él fue esperado, tú inesperado pero igualmente maravilloso, querido, amado y soñado. Y ahora, el vacío que podría dejar tu ausencia sería netamente inmenso.

Una infancia envidiable y una juventud adorable te han correspondido vivir junto a: "el saber no ocupa lugar", "no estudies para aprobar sino para aprender", "no desees para los demás lo que no quieras para ti", "ama, perdona y olvida, hoy te lo dice tu padre mañana te lo dirá la vida"... son, entre otras, enseñanzas y consejos para que el paso del tiempo sea en tu formación una conquista y no una pérdida. "¡Mamá, que pesada eres! ¡Mamá, ¿por qué no me dejas tranquilo una horita?!" La insistencia que precede a tus palabras también forma parte del aprendizaje. Pronto lo comprenderás y entenderás, a la vez, lo que es una Madre.

Un futuro más incierto vais a heredar pero no debes desfallecer, no te importe la altura del listón que dejaron los demás, no te esfuerces en buscar un reconocimiento y lo valioso que eres, piensa simplemente en ser tú mismo y estar en paz contigo mismo. Aunque te vengan rodadas, ¡no bajes los brazos ni la mirada!, ¡da la cara!,¡¡no te rindas nunca!! Escucha serenamente tu corazón y atrévete con su dictado porque todos los días son buenos para desterrar angustias, miedos y empezar de nuevo. La valentía del ser humano radica en la capacidad para levantarse, continuar, perseguir el sueño, vivirlo y destapar el cielo.

Y mientras se desarrollan los acontecimientos y nos quede aliento, aquí estarán tus padres con la predisposición de siempre. No pretendemos que seas una persona afamada, ni conocida, sino alguien que valga la pena conocer. Y cuando hayan pasado los años, y tu rostro pinte canas, deseamos que tus manos estén llenas y que de una forma especial brille la luz de tus ojos.

Muchos besos, y ¡¡FELICIDADES POR LOS PRIMEROS DIECIOCHO AÑOS DE TU VIAJE!!

Tu padre.

vicente

En Chic

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