Parece una tontería, pero no lo es. El sofá es una pieza fundamental en nuestro hogar. Nos pasamos horas en él, sobre todo en invierno y con una manta encima. Por eso la comodidad debe primar ante todo. Pasar una tarde frente a una buena película tumbado en el sofá del salón es un planning perfecto a simple vista, pero hay que saber elegir qué sofá queremos para nuestro salón. No es sencillo decantarse por uno, pero sí necesario.
Un sofá cómodo, elegante y duradero, éstas han de ser las características de nuestra elección. Un sofá biplaza con cojines y el respaldo relleno de fibra, con suspensión de muelles en el asiento, ceñido al propio sofá, es una perfecta combinación para tus tardes de manta y sofá. En cuanto al color de nuestro mueble preferido, lo más adecuado es un tono natural o neutro con algún toque de colorido, ya que aporta alegría y es más fácil de combinar. Un buen ejemplo de este tipo de sofá sería el modelo Newman de la firma Laura Ashley.
Pero si lo que quieres es un sofá más moderno, a juego con la decoración minimalista de tu hogar, la mejor elección son los sofás de estilo minimalista. Tan sólo se sustentan por unas finas patas de acero en sus extremos y se pueden obtener piezas personalizadas, para adaptarla al espacio que dispongas. El mejor color para éste tipo de sofá es el blanco, proporcionará sensación de limpieza y seguirá la misma línea minimal que el resto de la decoración.
En este caso, el respaldo suele ser más pequeño y la comodidad queda relegada a un segundo plano: lo que de verdad importa en este tipo de sofá es el diseño. La estructura es de hierro pintada en poliéster es hueca y siliconada. Un ejemplo de este tipo de sofá sería el modelo Jackson de la firma Casadesús. La principal ventaja de este tipo de muebles es que se pueden colocar mesas laterales o traseras unidas a la propia base del sofá.
Pero si lo que quieres es un sofá más clásico, no te preocupes. Otro estilo, mucho más español, es el que podemos apreciar en el modelo de Lievore Altherr Molina, de la firma española Cármenes. La estructura modular permite conseguir un sofá totalmente clásico. Los respaldos son reclinables para adaptarlos a varias posiciones, tanto en horizontal como en vertical, con lo cual el usuario obtiene la máxima comodidad. Clásico y cómodo, éstas son las dos características de este tipo de sofá. Una perfecta elección si lo que queremos es mantener la línea clásica y apostar por el confort.