Cada año cientos de miles de personas se hacen unos propósitos con motivo de la entrada del año, algunos también después del verano, y uno de los más repetidos es "dejar de beber". Por ello se creó el ‘Enero seco’ que es una tradición en la que millones de personas de todo el mundo renuncian al alcohol durante un mes, con el tiempo se ha ampliado a iniciativas similares, como ‘Octubre sobrio’. No obstante, ya sea como parte de una campaña coordinada o simplemente como un intento individual de beber menos, el número de personas sobrias parece estar creciendo.
Para que uno se haga una idea de la magnitud de estos eventos, en 2023, uno de cada siete adultos del Reino Unido tenía previsto participar en el ‘Enero seco’, mientras que el 35% de los adultos de EEUU. declaró haber intentado dejar el alcohol durante un mes entero en 2022. En España, no hay datos específicos sobre esta nueva costumbre, pero las estadísticas oficiales muestran que el consumo de alcohol se ha mantenido más o menos estable los últimos años. No obstante, aunque no haya datos oficiales no está de más plantearse la cuestión de cuáles son los beneficios de dejar el alcohol durante un mes, y si un mes es tiempo suficiente para empezar a experimentarlos. Todo el mundo sabe el alcohol es nocivo para la salud y que trae muchos beneficios dejar de beberlo, entre ellos, hay que destacar que tiene efectos positivos en el cuerpo y en la mente.
No es difícil tener la certeza de que el consumo de alcohol se asocia con multitud de problemas para la salud a corto y largo plazo, incluyendo fundamentalmente deterioro cognitivo (demencia), neuropatía, alteraciones digestivas, daño en el hígado, en el páncreas, arritmias cardiacas, riesgo de cáncer, etc. Por tanto, dejar de beber alcohol no solo produce una mayor sensación de salud y bienestar sino que previene el desarrollo de cáncer, demencia, cirrosis hepática, pancreatitis, arritmias cardiacas como la fibrilación auricular, etc.
Cómo afecta el alcohol al organismo
El alcohol perjudica al organismo de muchas maneras. Los efectos más importantes se producen en el hígado, que es donde se descompone el alcohol, pero hay efectos secundarios en otros órganos, como el corazón, el tracto gastrointestinal, el páncreas y el cerebro. Estos efectos pueden ser muy variados y a menudo dependen del tiempo que el alcohol permanece en el organismo y de la cantidad consumida. Los niveles de alcohol en sangre son un factor importante que daña los órganos. Por ejemplo, el hígado descompone el alcohol en una forma menos tóxica para que pueda ser eliminado en el organismo. Durante este proceso, el alcohol se descompone primero en acetaldehído, que es muy tóxico y un conocido carcinógeno. Por lo general, el acetaldehído se descompone muy rápidamente; sin embargo, si este proceso se retrasa o se interrumpe, ya sea debido a niveles elevados de alcohol en sangre o a otro factor subyacente, puede acumularse en todo el organismo y causar daños.
El tiempo durante el que las moléculas tóxicas se acumulan en las células y los tejidos determina el grado de daño. Este daño puede afectar a todos los órganos del cuerpo, lo que se traduce en una serie de riesgos para la salud a largo plazo derivados del consumo crónico de alcohol, como hipertensión arterial, cardiopatías, enfermedades hepáticas y un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. El consumo crónico de alcohol también puede debilitar el sistema inmunitario y afectar al buen funcionamiento del cerebro.
Beneficios de dejar el alcohol durante un mes
El cuerpo empieza a notar los cambios casi de inmediato, aunque estos pueden variar de persona a persona en función de la cantidad de alcohol que hayan bebido anteriormente. Por norma general, una hora después de tomar la última bebida, el hígado comienza a trabajar en eliminar el alcohol de la sangre. Entre 1 y 12 horas el alcohol habrá desaparecido del organismo.
En la primera semana, es habitual experimentar una mejora en los patrones de sueño, mayor hidratación, más rendimiento físico y más facilidad para tomar decisiones o aprender.
Durante la segunda semana desaparece el reflujo usual propio del consumo de alcohol y se disfruta de la sensación de alivio en la acidez estomacal. Igualmente, comienza a notarse una pérdida de peso y se reduce la necesidad de consumir azúcar.
A lo largo de la tercera semana, mejora la visión, la salud del riñón y se reduce la presión sanguínea, así como el riesgo de padecer problemas cardíacos. Por último, en la cuarta semana, el aspecto de la piel es más saludable, la coagulación de la sangre es correcta y se consigue mantener el balance hormonal.
Cambios del cuerpo al no beber alcohol
- Mejora la salud en general
El motivo es que el alcohol puede llegar a inhibir parcialmente el sistema inmune y debilitar las defensas que el cuerpo produce naturalmente. Por lo que, dejar de beber alcohol fortalece el sistema inmune y reduce el riesgo de enfermedades autoinmunes, pero también de enfermedades cardíacas o hepáticas como cirrosis, hepatitis, cáncer de estómago o esofagitis. En el caso del hígado, por ejemplo, al dejar de beber alcohol, este tiene que procesar menos grasa, y por ello funciona mejor. De hecho, según un estudio británico, con tan solo cuatro semanas de abstinencia podrían mejorarse notablemente los niveles hepáticos, la presión arterial y el colesterol y reducir considerablemente el riesgo de desarrollar cáncer y diabetes.
- Ayuda a perder peso
La pérdida de peso es otro beneficio asociado con la abstención de alcohol, el motivo es que el alcohol es rico en calorías y su consumo excesivo a menudo se asocia con el aumento de peso. ¿Por qué se pierde peso cuando se dejan de consumir bebidas alcohólicas? Hay dos razones fundamentales: por un lado, se evita la ingesta de las calorías que contiene el alcohol, por otro, el alcohol estimula otros sentidos, aumentando el apetito en muchas ocasiones. No en vano, la palabra «aperitivo» viene del verbo latín aperire (abrir). Originariamente se trataba de una bebida pequeña que «abre» el apetito y prepara el estómago antes de la comida.
- Mejora en el sistema cardiovascular
Además, el abandono del alcohol puede tener un impacto positivo en el sistema cardiovascular. La reducción o eliminación del consumo de alcohol puede disminuir la presión arterial y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. El motivo es que las bebidas alcohólicas elevan la presión arterial, la cantidad de grasa en las venas y, por ende, la posibilidad de sufrir miocarditis. Un estudio destaca la reducción del consumo de alcohol como una medida esencial para estabilizar la presión sanguínea en bebedores frecuentes. Además, el alcohol debilita la musculatura cardíaca y la capacidad que tiene este órgano vital para bombear sangre al resto del cuerpo, por todo ello, al dejar de beber alcohol se estará favoreciendo en gran medida la salud cardiovascular.
- Mejora la salud del hígado
Dejar de tomar alcohol conlleva una serie de beneficios significativos para la salud física y mental, así como para la calidad de vida en general. Uno de los beneficios más evidentes es la mejora de la salud del hígado. El alcohol puede tener efectos adversos en este órgano vital, y al abstenerse, se brinda la oportunidad al hígado de regenerarse y funcionar de manera más eficiente.
- Se reduce el riesgo de enfermedades estomacales y hepáticas
Si se deja de beber a tiempo, es decir, antes de que las consecuencias sean irreversibles, se podrán prevenir muchos problemas. Esto se debe a que el alcohol incrementa la producción de ácido gástrico y puede provocar patologías graves, según un estudio que data de 1999. Además, al dejar de beber alcohol se evitará padecer los típicos problemas hepáticos relacionados al consumo de las bebidas alcohólicas, como son la cirrosis, hepatitis e hígado graso.
- Se padecerán menos dolores de cabeza
La tan conocida resaca es un problema muy ligado al consumo excesivo de alcohol. Provoca jaquecas, náuseas y mareos. Por lo tanto, dejar de beber ayudará a evitar los dolores de cabeza y la migraña.
- Favorece el sueño reparador
El alcohol es una sustancia que también afecta a los patrones de sueño, alterando los ritmos circadianos de sueño-vigilia. Además, aunque el alcohol puede provocar somnolencia inicial, interrumpe el ciclo de sueño y puede contribuir a problemas de insomnio. Dejar de beber ayuda a regular esos patrones y por extensión, se tendrá un sueño más reparador y menos fragmentado.
- Mejora el aspecto de la piel
El alcohol deshidrata la piel y hace que parezca opaca. Según varios estudios, además provoca hinchazón y hace que los ojos se queden hundidos y sin brillo. Dejar de beber alcohol ayuda a la hidratación de la piel, que luce más brillante y saludable.
- Produce cambios positivos en el olor corporal
Las personas que consumen mucho alcohol tienen un olor diferente, suele ser más fuerte, que emana de su cuerpo. Eso se debe a que los poros eliminan las toxinas que tiene la bebida. Por lo general, esto se percibe en aquellas personas que han consumido alcohol en exceso por un tiempo prolongado. Luego, apenas dejan de beber, empiezan a oler mejor sin necesidad de encubrir el aroma con perfume ni usar desodorante.
- Mejora de la salud sexual
Dejar de beber alcohol permite disfrutar de una vida más plena en todos los sentidos ya que la ingesta de alcohol reduce la libido, tanto de hombres como de mujeres. En el caso femenino, el alcohol puede producir una alteración de las hormonas y, en los hombres, el consumo de alcohol incide en casos de disfunción eréctil y producción de esperma débil.
- Mejora del estado de ánimo
El consumo de alcohol tiene una incidencia directa con el estado de ánimo y puede llegar a causar depresión y ansiedad. Dejar de beber alcohol puede mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de estas condiciones. Un estudio revela que consumir alcohol en exceso hace estar siempre malhumorados e irritables. Esta ingesta también se relaciona con cuadros depresivos, tristeza e ira, y pueden darse asimismo cambios frecuentes y sin motivo en el ánimo.
- Favorece la concentración
El alcohol puede producir alteraciones en la memoria y en las funciones intelectuales como cálculo, comprensión y aprendizaje, el motivo es que el consumo prolongado de alcohol causa una disfunción aguda y crónica del cerebro. Además, sobra decir que la sobriedad puede mejorar la concentración, la toma de decisiones y la capacidad para enfrentar los desafíos cotidianos con una mente más clara y enfocada.
- Reducción del estrés
Mucha gente consume alcohol porque ve en él una forma de lidiar con el estrés, sin embargo, eso no es más que una ilusión. Uno se puede creer que cuando se toma una copa va a relajarse y sus problemas van a desaparecer, pero es falso y eso es algo de lo que uno se percata en cuanto deja de beber alcohol. En realidad la «tranquilidad» de la copita es falsa; el alcohol altera las sensaciones y las maximiza; esa euforia que se siente con el alcohol dura muy poco, enseguida la reemplaza un sentimiento de vacuidad, de tristeza. El alcohol es un depresor y cuando se dejas de bebe, se disminuye el riesgo de caer en la depresión o la ansiedad.
- Mejora de las relaciones interpersonales
El consumo excesivo de alcohol afecta a las relaciones interpersonales, casi siempre de la peor forma posible. El alcohol a menudo vuelve malhumorados e irritables. Dejar de beber alcohol puede mejorar la comunicación y fortalecer las relaciones.