
Coger el bañador, las chanclas, la toalla, las cremas y bajar a tostarse al sol y darse baños en el agua fresca es uno de los mayores placeres del verano. Si vamos con niños pequeños todavía hay que llevar más cosas. En otoño o invierno, si tenemos la suerte de poder ir, es todavía más complicado.
El periodo estival es la época favorita del año para los más pequeños y no solo por las vacaciones. El sol, el mar, la arena... la playa es uno de los pasatiempos preferidos de los niños y como actividad gratuita que es, tendemos a abusar de ella durante todo el verano. No obstante, implica un riesgo de insolación o deshidratación importante por la exposición solar.
Los niños disfrutan jugando en la playa más que nadie. Corren, saltan y se bañan sin descanso. Se convierten en buenos exploradores y siempre y cuando no los pierdas de vista, lo normal es que merodeen por la playa sin parar. Lo que no debemos olvidar en ningún caso es que sin las precauciones adecuadas, un día de sol puede terminar en un susto o algo peor. Este tipo de recomendaciones son para mayores y pequeños.
- Vestir cómodo y con ropa con la que uno se sienta a gusto, no hay que olvidar algo para echarse encima por si refresca o hace viento. Si es en otoño hay que ir abrigado pero siempre con ropa cómoda
- Fijarse en las banderas que ondean en los puestos de salvamento y hacer caso a su significado. Si es verde, está permitido el baño; amarilla, hay que tener precaución; y roja, prohibido el baño porque es peligroso
- Cuidado con el sol. Dosificar los tiempos de exposición al sol, nada del vuelta y vuelta. Utilizar siempre crema protectora, especialmente los primeros días de exposición y en las horas de más intensidad, que son entre las 11 y las 16h
- Beber mucho líquido. Como uno se encuentra frente al mar parece que ya hay agua suficiente, pero hay que beber para no deshidratarse, pues sudando se pierde mucho líquido y hay que reponer
- No hacer comidas copiosas justo antes de nadar
- Tener la comida refrigerada para que no se eche a perder y asegurarse de que la fruta y verdura estén limpias
- Si vas a jugar a las palas, cuidado con no darle un palazo en la cara a los paseantes
- Alejarse de las zonas donde se practiquen deportes náuticos, ya que pueden ser peligrosos para los bañistas
- No gritar ni poner música a tope con el móvil
- No dejar basura. Siempre es bueno llevarse una bolsa para tirar lo que pueda surgir. Incluso si encuentra algún resto de basura de otros bañistas anteriores, no está demás que alguien lo tire a la basura
- No dejar las pertenencias solas, los ladrones no tienen vacaciones
- Las gorras o sombreros ayudan a mantener la cabeza más fresca
- Si se quiere ir con un perro u otra mascota, hay que ir a las playas en las que está permitido acudir con ellos
- Si eres padre o madre, ten a los hijos controlados, tanto por su seguridad como para que no molesten al resto de personas que se encuentran en la playa. Esto incluye que no salpiquen a la gente, no le echen arena, no chillen demasiado, etc...
- Entrar en el agua poco a poco, no bruscamente, especialmente si el agua está muy fría
- Tener cuidado con las corrientes y evitar nadar cerca de rocas, ya que las olas podrían llevarte a ellas y golpearte
- Y si se camina por las rocas, hay que ir con calzado apropiado y con mil ojos por si hay erizos
- Si hay medusas, evitar bañarse y tener cuidado también al pasear por la orilla porque las medusas varadas también pueden picar
- Cuando se construya un castillo de arena en la orilla, crear un buen foso delante para frenar los envites de las olas
- No consumir alcohol antes de darse un chapuzón ya que el consumo de alcohol disminuye la capacidad de reacción ante un peligro y puede propiciar conductas que ponen en riesgo nuestra salud
- Tirarse de cabeza, en lugares de poca profundidad puede producir lesiones muy graves. Tirarse al agua sin conocer su profundidad o si existe algún obstáculo resulta muy peligroso
- Bañarse de noche resulta muy peligroso: si ocurriera algo, nadie podría verlo

