Colabora

La huella de España: cómo la Iglesia integró los ritos indígenas en la Navidad

Las Posadas y la flor de Pascua muestran cómo los misioneros adaptaron ritos prehispánicos a la fe cristiana importada de la metrópoli.

Imagen de la celebración de las posadas en México. | iStock

La Navidad en Latinoamérica no es solo una celebración de origen europeo; es un diálogo sagrado que comenzó hace más de 500 años. Recordemos que, a través de los Andes, las selvas amazónicas y los valles de Mesoamérica, el nacimiento del Niño Jesús convive con deidades milenarias como la Pachamama y el dios del sol, Huitzilopochtli, en una de las fusiones culturales más ricas del planeta.

En el siglo XVI, los misioneros españoles llegaron a América con villancicos y un fuerte celo proselitista. Al notar que las fechas cristianas coincidían con ritos indígenas clave, optaron por la adaptación en lugar de la prohibición absoluta. Un ejemplo claro fue el mes azteca de Panquetzaliztli, donde se celebraba el advenimiento de Huitzilopochtli. Los frailes transformaron el cumpleaños del dios del Sol en el cumpleaños del hijo de Dios, facilitando así la conversión de los pueblos conquistados.

Ejemplos de sincretismo vivo

Una liturgia de la naturaleza

En países como Paraguay, la herencia guaraní transforma el Belén en una selva miniatura. El uso de la flor de coco y el adorno de los altares con sandías y piñas —el "Pesebre de Frutos"— es una ofrenda directa a la generosidad de la naturaleza, herencia de los ritos de agradecimiento ancestrales.

Del mismo modo, en las comunidades mayas de Guatemala, la Sagrada Familia suele vestir huipiles tradicionales, "nacionalizando" la fe y convirtiendo a los personajes bíblicos en miembros de la comunidad indígena.

Hoy, las Pastorelas y las misas en lenguas originarias como el náhuatl o el quechua permiten que los conceptos cristianos se reinterpreten bajo la colectividad indígena. Esta Nochebuena, millones de personas no solo celebrarán un nacimiento ocurrido hace dos milenios, sino la supervivencia de una identidad que supo esconder a sus dioses bajo el manto de los santos para que nunca dejaran de ser adorados.

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario