
En el Mar Menor están naciendo miles de ejemplares de Cotylorhiza tuberculata, conocida popularmente como la medusa huevo frito por su peculiar aspecto. Es lo que dice un informe del Servicio de Pesca y Acuicultura de la Región de Murcia, que alerta de que esta especie está en plena estrobilación (la forma de reproducción asexual de las medusas) "muy masiva" y "de gran intensidad".
Los científicos llevan semanas detectando "abundantes ejemplares de éfiras" (medusas bebé) junto a metaéfiras (medusas jóvenes) de 5 a 10 días de vida. Esto les ha llevado a concluir que "indudablemente en estos días se está produciendo el pico más potente de nacimientos". De hecho, añade el informe, es "la mayor (estrobilación) observada" desde que se hacen seguimientos.
Eso significa que, en apenas unos días, las playas del Mar Menor se van a llenar de bañistas y de medusas huevo frito. Sin embargo, no hay motivo para el pánico. El veneno de esta medusa no es peligroso para la salud. Se trata de una especie poco urticante y su contacto produce un ligero escozor y picazón pero no produce lesiones.
También queda por ver cuántos de esos bebés medusa salen adelante, porque el informe alerta de que "se han obtenido niveles muy bajos de zooplancton", su principal fuente de alimento. Así que "esta situación podría comprometer el futuro desarrollo de los ejemplares de medusas que están ahora en fases muy tempranas", señala.
De hecho, la proliferación de la huevo frito es una buena noticia para el Mar Menor, según ha asegurado el biólogo marino del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, Josep María Gili, en declaraciones a RTVE: "Esto tiene una parte muy positiva para el resto de organismos, porque peces, crustáceos, aves... todos se alimentan de esta medusa".
Su aspecto es inconfundible. El diámetro mide entre 20 y 35 centímetros, así que se parece más a un huevo de avestruz de que gallina. En el centro (la yema), tiene una protuberancia abombada de color más oscuro. También tiene 8 brazos para tocar (ropalias) y 8 brazos para comer, de los que salen unos llamativos tentáculos de color violeta, blanco y azulado. De hecho, es la medusa europea más colorida. Y siempre va rodeada de pequeños alevines a los que da cobijo de los depredadores.