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Veterinarios ingleses alertan sobre los gatos de diseño sin pelo: "Sufren deformidades físicas dolorosas"

Los expertos piden que se deje de comprar gatos Bully o Dwelf porque la cría para la deformidad causa "dolor y sufrimiento".

Los expertos piden que se deje de comprar gatos Bully o Dwelf porque la cría para la deformidad causa "dolor y sufrimiento".
Ejemplar de gato egipcio o Sphynx. | Cordon Press

Los gatos de diseño sin pelo se han puesto de moda en los últimos años por su apariencia única, una peculiaridad que destaca y atrae la atención de muchos amantes de los felinos. Su popularidad también se extendió porque muchas personas piensan que, al no tener pelo, estos gatos no dan alergia, algo que, por cierto, no siempre es así. Sin embargo, la asociación británica The Cat Group, un conjunto de organizaciones de veterinarios y profesionales dedicados al bienestar felino, está muy preocupado por la cría y popularidad de los llamados gatos Bully o Dwelf.

El gato sin pelo más conocido es el gato egipcio o Sphynx, una raza que se originó en Canadá en la década de 1960. Sin embargo, existen otras razas de gatos sin pelo como el Dwelf, que combina las patas cortas del gato Munchkin , la falta de pelo del Sphynx y las orejas rizadas del American Curl.

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Dos gatos de raza Dwelf.

Estas mutaciones provocadas a través de la cría y el diseño genético, pueden ser perjudiciales para los gatos, según The Cat Group: "Los gatos Bully y Dwelf sufren deformidades físicas, como falta de pelo y extremidades deformadas, entre otros defectos. La cría para la deformidad es poco ética y causa un dolor y un sufrimiento inaceptables", denuncian.

En concreto, la asociación se refieren a las patas, que son mucho más cortas y arqueadas. "Las articulaciones anormales son dolorosas y restringen la movilidad, lo que impide que estos gatos lleven a cabo comportamientos normales esenciales para su bienestar y su capacidad de vivir una buena calidad de vida", señala The Cat Group.

Por ese motivo, instan "encarecidamente" a los criadores a que dejen de criar gatos Bully o Dwelf. Consideran que estos gatos tampoco "deben promocionarse de ninguna manera, por ejemplo, a través de las redes sociales o mediante su presencia en exposiciones felinas".

"Pedimos al público que no compre estos gatos bajo ninguna circunstancia; hacerlo es irresponsable ya que promueve la popularidad y hace que nazcan más gatos con estos problemas que los padecen", concluye el comunicado.

Cuidados especiales

Al contrario de lo que podría pensarse, los gatos sin pelo no están completamente calvos. Su piel está cubierta por un fino vello similar a la pelusa de los melocotones. Pese a la creencia extendida de que estos animales no dan alergia, hay que tener en cuenta que muchas reacciones de hipersensibilidad no sólo se dan por el pelo, sino también las proteínas que se encuentran en glándulas sudoríparas, en saliva, en el fluido lagrimal, etc.

La ausencia de pelaje implica una serie de cuidados especiales, ya que la piel de este tipo de gatos es mucho más sensible a la luz ultravioleta y son propensos a sufrir quemaduras solares. Además, los aceites naturales que produce la piel para protegerse no se distribuyen por el pelo, así que se acumulan en los pliegues. Por ese motivo, los expertos recomiendan bañar con regularidad a este tipo de animales.

Y, por supuesto, debido a su falta de pelo, estos gatos pueden sentir frío con facilidad. Es importante mantenerlos en un ambiente cálido y proporcionarles ropa o mantas, especialmente en invierno.

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