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Dos hallazgos cósmicos podrían reescribir la historia del universo y de la vida

Descubren un planeta joven en formación y posibles señales alienígenas en el espacio, desafiando lo que sabemos del universo

Descubren un planeta joven en formación y posibles señales alienígenas en el espacio, desafiando lo que sabemos del universo
Planeta descubierto. | redes sociales

El universo continúa revelando sus misterios, y los recientes avances en astronomía han permitido dos hallazgos extraordinarios. Por un lado, investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, en colaboración con el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), han descubierto uno de los planetas más jóvenes jamás detectados: TIDYE-1b. Por otro, se han registrado picos de calor infrarrojo en decenas de estrellas que podrían ser evidencia de civilizaciones alienígenas avanzadas.

TIDYE-1b: un planeta en formación cercano a la Tierra

El planeta TIDYE-1b, también conocido como IRAS 04125+2902 b, se encuentra a unos 522 años luz de distancia, en la constelación de Tauro. Este joven mundo tiene apenas 3 millones de años y un tamaño impresionante: es 10 veces más grande que la Tierra y cuenta con el 30 % de la masa de Júpiter. Su órbita es extremadamente rápida, completándose en solo 8,83 días.

Los científicos consideran que TIDYE-1b podría ser un gran planeta rocoso o un pequeño gigante gaseoso en proceso de formación. Aún conserva su disco protoplanetario de polvo y gas, lo que significa que ni la estrella ni sus planetas han alcanzado su estado final.

Madyson Barber, autora principal del estudio publicado en Nature, destacó la importancia de este hallazgo: "Descubrir planetas como este nos permite mirar atrás en el tiempo y observar la formación planetaria mientras ocurre". Este descubrimiento ofrece nuevas perspectivas sobre la formación de planetas, contrastando con la Tierra, que tardó entre 10 y 20 millones de años en formarse.

¿Prueba de vida extraterrestre avanzada?

Simultáneamente, dos estudios han identificado picos inusuales de calor infrarrojo en 60 estrellas de nuestra galaxia, señales que podrían estar relacionadas con estructuras avanzadas conocidas como esferas Dyson. Estas hipotéticas megaconstrucciones rodearían una estrella para capturar su energía, emitiendo firmas térmicas detectables por los telescopios.

Aunque no se descartan explicaciones naturales, este hallazgo plantea la posibilidad de civilizaciones extraterrestres capaces de aprovechar la energía de sus estrellas de manera masiva.

Ambos descubrimientos, aunque distintos, abren una ventana al pasado y al futuro del cosmos. Por un lado, TIDYE-1b proporciona información sobre la formación de planetas en etapas tempranas. Por otro, las posibles señales de civilizaciones alienígenas invitan a reflexionar sobre nuestra posición en el universo.

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