"¡Qué bien hueles!" o "¿Qué perfume usas?" son algunos de los cumplidos más halagadores. El olor es una de las características que nos distingue como individuos, y tiene el poder de provocar emociones y sentimientos profundos.
Para evocar estas sensaciones, muchos perfumes se ayudan de las feromonas, unas sustancias químicas naturales que el cuerpo exhala. No tienen olor, pero son capaces de provocar reacciones en la otra persona a través del olfato.
Los perfumes que se basan en feromonas se sintetizan en laboratorios y funcionan como un aditivo cosmético olfativo. ¿Qué quiere decir esto? Estas fragancias pueden llegar a atraer a otros individuos con fines reproductivos o con otras funciones relacionadas con la atracción sexual.
Cabe destacar que en el reino animal las feromonas juegan un papel fundamental en la reproducción. Algunas especies de insectos hembras emiten estas sustancias químicas para atraer a los machos durante el apareamiento. Además, las feromonas pueden influir en la agresión, la reproducción y la territorialidad de los mamíferos.
A pesar de que son muchos los perfumes que prometen contener feromonas capaces de atraer a los que huelen la fragancia, la ciencia aún no ha demostrado que estos productos funcionen tal y como se publicita.
La existencia de feromonas
En artículo publicado en Proceedings of the Royal Society B, el biólogo Tristram D. Wyatt, de la Universidad de Oxford, se ha cuestionado la fiabilidad de los estudios que califican compuestos esteroides como la androstadienona y el estratetraenol como feromonas humanas.
Según el biólogo, estos estudios se han basado en métodos deficientes. Aparte de identificar una molécula bioactiva, es necesario demostrar una respuesta comportamental o fisiológica mediada por esa señal química, y confirmarlo después a través de bioensayos.
Sí que existen diversos avances científicos en la investigación de feromonas en otros animales. Sin embargo, según el estudio de Wyatt, los seres humanos todavía no hemos experimentado ninguna respuesta a las moléculas propuestas como feromonas.
El biólogo también ha planteado serias dudas sobre estudios que sugieren que la androstadienona, presente en el sudor masculino, pueda influir en la atracción sexual de las mujeres. De nuevo, se ha basado en las deficiencias metodológicas de estos estudios para tachar de falsos los hallazgos.
Sin embargo, aunque los estudios sobre feromonas no han sido concluyentes, Wyatt ha sugerido que podría haber una base evolutiva para estas señales químicas. Los humanos carecen del órgano vomeronasal, que separa la mucosa olfatoria, pero sí poseen un sistema olfativo funcional.
Sin embargo, el biólogo ha advertido que muchos olores humanos podrían ser tan solo señales individuales para identificar o elegir pareja, no necesariamente feromonas.
El poder de la sugestión
Aunque todas las marcas de perfumes prometan y aseguren que sus fragancias contienen feromonas con las que podrás conquistar a tu enamorado, lo cierto es que la ciencia lo desmiente. No existe demostración científica que dé una explicación a las feromonas humanas.
No obstante, muchas personas afirman que cuando llevan ciertas fragancias atraen más a otros individuos. Esto puede ser por un estado de sugestión positivo que aumenta la confianza o ayuda a superar ciertas inseguridades cuando alguien usa alguna fragancia concreta, mejorando así sus habilidades sociales y atrayendo a otros individuos.