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Una investigación descubre que los ratones intentan reanimar a sus compañeros cuando se encuentran inconscientes

El estudio ha mostrado que incluso llegan a morder la lengua del sujeto afectado para tratar de agrandar sus vías respiratorias.

El estudio ha mostrado que incluso llegan a morder la lengua del sujeto afectado para tratar de agrandar sus vías respiratorias.
Los investigadores llevan 4 años investigando este tipo de comportamiento en los ratones | Flickr/CC/Suso Sinmiedo

Cuando una persona mayor se cae en mitad de la calle, un peatón es atropellado por un vehículo o un bañista sufre un mareo y comienza a hundirse en el agua, el ser humano suele sentir el impulso de lanzarse a ayudar de manera automática. De hecho, en casos en los que el afectado no respira o no tiene pulso, la realización de una reanimación cardiopulmonar (RCP) puede salvarle la vida.

Este instinto de salvamento no es exclusivo de los humanos, aparece también en especies animales como los chimpancés, los elefantes y los delfines. Sin embargo, este estudio muestra que estos pequeños roedores también poseen un instinto de supervivencia y cooperación social que los lleva a lanzarse a ayudar a otro miembro de su especie si creen que su salud corre peligro.

De qué trató la investigación

El estudio ha sido realizado en conjunto por investigadores de la Universidad del Sur de California (USC) y de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) y se basó en varios experimentos que medían la conducta de los roedores. Estos consistían en exponer a ratones conscientes junto a otros que se encontraban anestesiados y observaron que los ratones sanos ponían un gran empeño en lamer y acicalar a su compañero afectado. De hecho, a medida que aumentaba el estado de inactividad del ratón inducido por los anestesiantes, su compañero intensificaba sus intentos de reanimación.

En más de la mitad de los casos, el ratón "rescatador" abría la boca de su compañero y utilizaba los dientes para tratar de retirar su lengua, tratando de despejar sus vías respiratorias. Cabe destacar que esta técnica era muy efectiva y los roedores afectados que recibían esta ayuda recuperaban la consciencia mucho antes que los que eran dejados en reposo.

De hecho, William Sheeran y Zoe Donaldson, investigadores de la Universidad de Colorado participantes del experimento, confirmaron en un artículo de la revista Science que, a medida que los ratones anestesiados iban espabilando, los ayudantes reducían sus ayudas y volvían a olfatearse como haría una pareja de ratones que se encuentra consciente.

Para ahondar más en el comportamiento, los investigadores colocaron un pequeño objeto dentro de la boca de cada ratón inmovilizado y en el 80% de los casos el compañero consciente trató de retirarlo. Esto podría mostrar una intención real de "desatascar" las vías respiratorias, ya que cuando el objeto se situaba en otras partes del cuerpo, los ratones ayudantes lo ignoraban por completo.

Además, también se observó una gran influencia del sentimiento de familiaridad, ya que los datos del estudio muestran que los roedores eran más propensos a intentar la reanimación cuando el sujeto afectado era uno de sus compañeros habituales de jaula.

Zonas cerebrales implicadas

A nivel cerebral, se obtuvieron respuestas ciertamente interesantes de este experimento, mediante la observación de las regiones de este órgano que se involucraban en las acciones de ayuda. Durante estos intentos de reanimación, el núcleo paraventricular del hipotálamo y la amígdala medial se activaban, zonas directamente relacionadas con la empatía y la conducta social.

De hecho, los científicos observaron cómo disminuían las conductas dirigidas a la reanimación cuando inhibían alguna de estas zonas cerebrales. Además, se apreció un aumento en los niveles de oxitocina de los ratones conscientes, una neurohormona clave en el proceso de formación de lazos sociales en organismos que van desde gusanos hasta seres humanos.

Origen de este comportamiento

Huizhong Tao, de USC y uno de los coautores de la investigación reconoció que él y su equipo llevaban 15 años investigando sobre los ratones, pero que este tipo de comportamiento lo descubrieron hace apenas 4. "Francamente, no es tan fácil discernir el comportamiento de los animales a simple vista. Solo instalando cámaras de alta resolución en determinados ángulos pudimos captar los detalles de las acciones del ratón hacia su compañero insensible", añadió.

En cuanto al origen de este comportamiento, Weizhe Hong, de UCLA y también coautor del estudio sugirió que era probable que esta respuesta de los ratones fuese innata, ya que estos roedores no tenían experiencia previa en interacción con animales que no respondían. A su vez, Tao afirmó que "el hecho de que el comportamiento sea innato y se exprese en un mamífero inferior como el ratón sugiere que se desarrolló durante la evolución bajo selección natural".

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