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Descubren que los primeros humanos fabricaban hachas de hueso un millón de años antes de lo que se creía

Científicos españoles han hallado evidencias en Tanzania de que los primeros humanos fabricaron herramientas de hueso hace 1,5 millones de años.

Herramienta de hueso tallada sobre un húmero de elefante de hace 1,5 millones de años | CSIC

Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha descubierto que la producción de herramientas de hueso era metódica y sistematizada hace 1,5 millones de años, un millón de años antes de lo que se creía. El estudio, basado en hallazgos en la denominada cuna de la Humanidad, la Garganta de Olduvai, en Tanzania, acaba de ser publicado en Nature y es según sus autores un hito de la arqueología de los orígenes humanos: antes del descubrimiento de este conjunto de herramientas de hueso se consideraba que estos artefactos eran desconocidos entre nuestros antepasados más remotos.

"Este descubrimiento nos hace suponer que los primeros humanos ampliaron de manera significativa sus opciones tecnológicas, que hasta ese momento estaban limitadas a la producción de útiles de piedra y ahora permitían incorporar nuevas materias primas al repertorio de artefactos potenciales", explica Ignacio de la Torre, investigador del CSIC en el Instituto de Historia y codirector de la excavación. "A su vez, esta ampliación del potencial tecnológico indica avances en las capacidades cognitivas y las estructuras mentales de estos homininos (homínidos con locomoción bípeda), que supieron incorporar innovaciones técnicas al adaptar sus conocimientos sobre el trabajo de la piedra a la manipulación de restos óseos", añade.

Las hachas de mano recién descubiertas no solo son las más antiguas halladas jamás, sino que prueban que Homo Erectus eran culturalmente innovadores y podían transferir y adaptar sus habilidades para tallar piedra a una nueva materia prima, el hueso. Hasta el momento, las evidencias más antiguas de herramientas similares eran de yacimientos europeos, en el sur de Italia, con una antigüedad de 500.000 años y elaboradas por Homo sapiens.

El hallazgo es el resultado de siete campañas de excavación realizadas entre 2015 y 2022 en las que el equipo estudió la evolución de los primeros grupos humanos que surgieron en África: H.habilis y H. erectus.

Estas especies humanas del Pleistoceno fueron las primeras en desarrollar unas incipientes habilidades técnicas que se fueron perfeccionando con la evolución humana y que prueban las capacidades cognitivas exclusivas de los seres humanos.

Los H. habilis -los primeros representantes del género Homo- vivieron en África hace entre 2,5 y 1,5 millones de años y podían fabricar sencillas y pequeñas lascas (cuchillos) de piedra con filos cortantes que tallaban a partir de dos piedras (una con la que golpeaban, llamada percutor, y otra, que era moldeada, llamada núcleo), una tecnología conocida como 'Olduvayense'.

Pero hace 1,7 millones de años, H. habilis evolucionó dando paso a H. erectus y a una nueva cultura, la Achelense, que duró hasta hace 150.000 años (perduró hasta nuestra especie) y era más sofisticada. Esta tecnología producía objetos mucho más grandes y resistentes, principalmente hachas de mano, con punta y un filo cortante que extraían de grandes bloques de piedra.

"La transición entre estas especies sucedió hace 1,5 millones de años, que es cuando empezamos a encontrar los primeros yacimientos achelenses. Ahora, en este estudio, hemos demostrado que esta transición no solo innovó haciendo nuevas herramientas líticas, sino que también las hacía de hueso", puntualiza De la Torre en un encuentro con periodistas para presentar el hallazgo.

Hipopótamos y elefantes

El estudio da cuenta de las 27 herramientas óseas halladas en perfecto estado de conservación en la Garganta de Olduvai, la mayoría fabricadas con huesos largos (fémures, tibias y húmeros) de hipopótamo y elefante.

Estos huesos sirvieron para producir una variedad de utensilios afilados, resistentes y de gran tamaño -algunos de ellos miden 38 cm- que se tallaron siguiendo unos patrones de producción estandarizados.

Las marcas y filos de estas herramientas demuestran que se hicieron de manera intencionada y siguiendo un patrón muy distinto del que dejaría, por ejemplo, la rotura de un hueso para extraer el tuétano y alimentarse, explica De la Torre.

Para confirmarlo, el equipo hizo pruebas experimentales con los huesos de 'Yoyo', la elefanta más longeva de la historia, fallecida el pasado diciembre en el zoo de Barcelona y que fue diseccionada por científicos del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes).

De la piedra al hueso

Los autores creen que la decisión de fabricar herramientas de hueso podría deberse a factores como la falta de piedras óptimas para hacer herramientas de piedra en el entorno y a las ventajas que ofrecía el nuevo material, que era más liviano de transportar, más flexible para tallar y también más abundante.

Y es que, hace 1,5 millones de años, en el lugar del yacimiento había un lago al que los animales de la sabana africana iban a beber: "Es posible que aquí los humanos encontraran restos de cadáveres de hipopótamos cazados por grandes felinos" y que los usaran para fabricar las herramientas, comenta.

En el caso de los huesos de elefante, lo más probable es que los trajeran de lejos porque eran muy preciados por su resistencia y tamaño y porque estos animales no vivían en el entorno del yacimiento.

Los seres humanos aún tardarían varios miles de años en fabricar herramientas preparadas para cazar animales de gran tonelaje como hipopótamos o elefantes.

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