
Un terremoto se define como el temblor o sacudida brusca de la corteza terrestre. Suelen formarse por el movimiento de las placas tectónicas, que están en constante fricción y acumulación de energía. Cuando la energía de las placas se libera de forma repentina, se producen ondas sísmicas, que causan los temblores que conocemos como seísmos.
El Planeta Tierra está formado por distintas placas tectónicas. Generalmente se consideran 14 placas mayores y alrededor de 43 placas menores. Las principales son: la del Pacífico, la norteamericana, la sudamericana, la de Cocos, la de Nazca, la del Caribe, la de Juan de Fuca, la antártica, la eurasiática, la africana, la escocesa, la arábiga, la filipina y la indoaustraliana.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés), los terremotos pueden ocurrir en cualquier punto del planeta. Sin embargo, existen ciertas zonas donde la actividad geológica es mayor, como el Cinturón de Fuego del Pacífico, el Cinturón Alpino-Himalayo y el cinturón del Atlántico medio o dorsal Mesoatlántica.
El Cinturón de Fuego
En la placa del Pacífico –abarca casi la totalidad del océano del mismo nombre– ocurren alrededor del 90% de los terremotos con más magnitud del planeta, según el USGS. De hecho, la región se conoce como "Cinturón de Fuego" o "Anillo de Fuego" porque se ubica a lo largo de los límites de las placas tectónicas, donde las placas oceánicas se hunden o subducen bajo otras placas. Este hundimiento crea tensión en la corteza terrestre.
El Cinturón de Fuego del Pacífico recorre las costas y zonas sísmicas de varios países que rodean el océano Pacífico, incluyendo países como Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, México y Estados Unidos, además de Canadá. En Asia y Oceanía, comprende países como Japón, Filipinas, Indonesia, Rusia, Nueva Zelanda, entre otros.
Aparte del movimiento de las placas tectónicas, el Anillo de Fuego incluye 452 volcanes y concentra más del 75 % de los volcanes activos e inactivos del mundo, agrupando la mayor actividad volcánica del planeta.
El Cinturón Alpino-Himalayo y el cinturón del Atlántico medio
Por otro lado, el cinturón alpino, que se extiende por el Himalaya, el Mediterráneo y parte del Atlántico, concentra alrededor del 17 % de los terremotos más intensos del planeta.
El cinturón alpino se formó por la colisión de las placas africana, arábiga e india con la placa eurasiática, debido a su desplazamiento hacia el norte. Indonesia se encuentra en una zona estratégica, entre el Anillo de Fuego del Pacífico (al noreste, incluida Nueva Guinea) y el cinturón alpino (al sur y oeste de Sumatra, Java, Bali, Flores y Timor). El devastador terremoto del océano Índico de 2004, cerca de Sumatra, tuvo su epicentro en esta última región.
El Cinturón del Atlántico Medio, también llamado dorsal mesoatlántica, es una zona sísmica formada por la separación de placas tectónicas, lo que provoca actividad volcánica y terremotos. Aunque la mayor parte está bajo el océano, Islandia se asienta sobre este cinturón y sufre sismos y erupciones, con eventos destacados como un terremoto de magnitud 6,9.
Aunque no es tan activo como el Anillo de Fuego, el Cinturón del Atlántico Medio es clave para entender la tectónica de placas y la prevención de riesgos sísmicos. Además, el terremoto de Lisboa de 1755, que causó tsunamis y destrucción en Portugal y España, se originó en esta zona.
Por otra parte, en Europa y Oriente también se pueden ocasionar graves sismos cuando la placa africana se mueve al norte y choca contra la euroasiática. Este fue el caso del terremoto en Turquía y Siria, que se produjo por la actividad tectónica en la Falla de Anatolia Oriental.


