Investigadores chinos han desarrollado un prototipo funcional de máquina capaz de fabricar ladrillos utilizando únicamente suelo lunar y energía solar concentrada. El sistema, desarrollado por el Laboratorio de Exploración del Espacio Profundo (DSEL) en Hefei, busca allanar el camino para el uso de materiales in situ en la futura construcción de infraestructuras en la Luna, como parte del proyecto de la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS), previsto para mediados de este siglo.
Impresión 3D con energía solar y sin aditivos
La tecnología, descrita por el Science and Technology Daily y recogida por la agencia oficial Xinhua, se basa en un sistema óptico de alta precisión que concentra la luz solar hasta 3.000 veces su intensidad normal. Esta energía se transmite a través de un haz de fibra óptica hacia un punto focal capaz de alcanzar temperaturas superiores a 1.300 grados Celsius, lo que permite fundir directamente el suelo lunar.
El material resultante se moldea mediante impresión 3D en ladrillos de alta densidad y resistencia, sin necesidad de añadir otros compuestos. Estos bloques están pensados para su uso en plataformas, superficies de rodadura y estructuras de protección en la superficie lunar.
Adaptación a distintos suelos lunares
Uno de los retos técnicos del desarrollo fue la gran variabilidad mineral del suelo lunar según la región. Para anticipar el rendimiento de la máquina en distintas zonas del satélite, el equipo desarrolló muestras simuladas de regolito lunar y realizó pruebas extensivas con ellas.
El desarrollo del sistema ha requerido dos años de investigación, centrada en cómo transmitir energía de forma eficiente y cómo manejar el transporte y procesamiento del material lunar. Las pruebas con ladrillos ya producidos han incluido simulaciones en laboratorio, así como experimentos en la estación espacial china.
Aplicación limitada pero clave para futuras misiones
El ingeniero Yang Honglun, del DSEL, explicó que aunque la máquina representa un avance, los ladrillos lunares no serán suficientes para construir hábitats completos. Su función principal será la de cubierta protectora, integrada con módulos presurizados rígidos y elementos inflables. Estas estructuras deberán soportar tanto el vacío como la baja gravedad lunar y las diferencias térmicas extremas.
El sistema de construcción lunar en desarrollo incluirá la máquina de ladrillos, módulos habitacionales, robots de ensamblaje y validación estructural en condiciones reales, formando un conjunto coordinado para misiones a largo plazo.
La Estación Internacional de Investigación Lunar
China lidera el desarrollo de la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS), una instalación científica que se construirá en la región del polo sur de la Luna en dos fases: un modelo básico hacia 2035 y una versión ampliada a partir de 2040.
En 2024, ladrillos fabricados con suelo lunar simulado fueron enviados a la estación espacial china a bordo de la nave Tianzhou-8. Allí, los astronautas están llevando a cabo pruebas sobre su comportamiento en condiciones de vacío, resistencia térmica y exposición a radiación, para evaluar su viabilidad como material estructural en la superficie lunar.