Una de las rayas más comunes y comercializadas en los mercados de pescado de Fiyi ha resultado ser, en realidad, una especie nueva para la ciencia. El hallazgo, publicado en la revista Journal of Fish Biology, ha sido realizado por la investigadora Kerstin Glaus, del programa de Asociación Marina Pacífico de la Unión Europea (PEUMP), y confirma que la especie —hasta ahora confundida con otras similares— pertenece a un grupo taxonómico distinto: Neotrygon romeoi.
A simple vista, una raya más
La nueva raya ha sido incluida en el grupo de las llamadas rayas máscara de manchas azules, y es endémica de aguas fiyianas, lo que significa que no se encuentra en ninguna otra parte del mundo. Aunque es una de las especies más comunes en los mercados de Fiyi, nunca había sido descrita formalmente hasta ahora.
Según detalla la autora, se ha confundido durante décadas con otras dos especies del mismo género: Neotrygon kuhlii y Neotrygon trigonoides. La investigación ha permitido establecer diferencias claras mediante mediciones morfológicas, conteo de características anatómicas y técnicas de identificación genética por código de barras de ADN.
Rasgos únicos y patrón de color distintivo
Los análisis revelaron que la Neotrygon romeoi presenta un hocico ancho y anguloso, con una hilera de espinas dorsales que se extienden desde la región del cuello hasta la base de la cola. En el caso de los machos adultos, también se observaron largas pinzas pélvicas, un rasgo que no aparece con la misma longitud en las especies previamente conocidas.
El patrón de color también ha sido clave en la identificación. Esta raya tiene un dorso marrón decorado con marcas oscuras en forma de máscara sobre los ojos, dos grandes manchas detrás de los espiráculos —orificios respiratorios situados detrás de los ojos—, y numerosas pequeñas manchas negras, especialmente alrededor del rostro.
Identificada gracias a la genética
Además de las diferencias morfológicas, el equipo utilizó técnicas de código de barras de ADN, que permiten identificar especies a partir de un fragmento genético específico. El método, utilizado habitualmente en taxonomía moderna, ha sido decisivo para distinguir genéticamente a la nueva especie de sus congéneres más cercanos.
El hallazgo demuestra la importancia de los estudios taxonómicos sistemáticos, incluso en especies que parecen conocidas por su presencia cotidiana en mercados o entornos pesqueros. También pone de relieve que aún existen vacíos importantes en el conocimiento de la biodiversidad marina, especialmente en regiones del Pacífico.