
Una antigua grabación del Monterey Bay Aquarium Research Institute (MBARI) ha vuelto a circular en redes sociales, desatando un nuevo fenómeno viral en torno al conocido ‘pez telescopio’. Muchos usuarios asociaron erróneamente las imágenes con la expedición en curso del Conicet en aguas profundas frente a las costas de Argentina. El pez, que en realidad fue grabado en 2009, pertenece a la familia Giganturidae y destaca por su fisonomía singular: ojos tubulares, cabeza translúcida y una boca desmesurada.
El vídeo, grabado hace más de una década por el MBARI, muestra a un ejemplar de los llamados peces bocones (Giganturidae), criaturas que habitan a profundidades de entre 500 y 3.000 metros en todos los océanos. Su aspecto ha generado confusión entre los usuarios que seguían en directo la expedición del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en el Cañón Mar del Plata.
Rasgos de un depredador abisal
El ‘pez telescopio’ mide entre 15 y 21 centímetros y posee una boca extensible que le permite ingerir presas de mayor tamaño que él. Sus ojos tubulares orientados hacia adelante son una adaptación a la escasa luz de las profundidades oceánicas, lo que le permite detectar presas o evitar depredadores en un entorno de oscuridad casi total.
A diferencia de otras especies abisales, este pez no genera luz propia, sino que se basa exclusivamente en su capacidad para aprovechar la luz ajena. Pese a su aspecto inusual, no representa ningún peligro para los humanos.
This is a telescopefish, a deep-sea creature with eyes made for spotting light in the dark ocean. pic.twitter.com/VzC5mRt3qz
— Moments that Matter (@_fluxfeeds) July 31, 2025
Confusión con el streaming del Conicet
El renovado interés por esta criatura coincidió con la transmisión en directo de la expedición científica del Conicet en el Cañón Mar del Plata. Durante la retransmisión sí se documentaron especies sorprendentes, como esponjas gigantes y estrellas de mar de aspecto singular, pero no se registró ningún avistamiento del ‘pez telescopio’.
La coincidencia temporal entre ambos eventos provocó una oleada de publicaciones en redes, muchas de ellas atribuyendo el descubrimiento del pez al equipo argentino.

