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La corriente atlántica que regula el clima europeo permanece estable desde hace 6.500 años

Un estudio en Nature Communications descarta fluctuaciones significativas de la AMOC en el Holoceno y contradice previsiones alarmistas.

Un estudio en Nature Communications descarta fluctuaciones significativas de la AMOC en el Holoceno y contradice previsiones alarmistas.
Gerber, L., Lippold, J., Süfke, F. et al. Low variability of the Atlantic Meridional Overturning Circulation throughout the Holocene. Nat Commun 16, 6748 (2025). https://doi.org/10.1038/s41467-025-61793-z | Nature Communications

Un equipo internacional liderado por la Universidad de Heidelberg ha confirmado que la gran corriente oceánica que regula el clima en Europa ha permanecido estable durante los últimos 6.500 años. El estudio, publicado en Nature Communications, reconstruye por primera vez con resolución milenaria la evolución de la Circulación Meridional Atlántica de Retorno (AMOC) durante el Holoceno, el actual periodo cálido interglaciar. Los autores advierten que el actual alarmismo sobre un posible colapso de la AMOC carece de precedentes históricos similares en el registro natural.

La "cinta transportadora" del clima europeo

La AMOC forma parte del sistema de circulación profunda del océano que transporta agua cálida hacia el norte del Atlántico. Su función es clave en el reparto de energía entre hemisferios, especialmente en Europa, gracias al calor que aporta la Corriente del Golfo. Por ello, se la considera una pieza esencial del equilibrio climático global.

Según recuerdan los autores, "la AMOC es un componente crucial del sistema climático de la Tierra, con influencia desde la escala regional hasta la global" (Nature Communications, 2025). Su variabilidad ha sido estudiada en la última glaciación, pero los cambios durante el Holoceno seguían siendo poco conocidos hasta ahora.

Una reconstrucción sin precedentes en el Holoceno

El estudio, encabezado por Lukas Gerber y Jörg Lippold, del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Heidelberg, utilizó proporciones de protactinio-231 y torio-230 en sedimentos del fondo del Atlántico Norte para estimar el caudal histórico de la AMOC, una técnica ya validada en etapas previas como el Último Máximo Glacial.

Los investigadores procesaron datos de cinco núcleos marinos a lo largo de un transecto del Atlántico occidental y utilizaron el modelo climático Bern3D, que permite traducir los datos geoquímicos en unidades de caudal volumétrico. "Nuestros resultados muestran que las mayores fluctuaciones ocurrieron al comienzo del Holoceno, pero que desde hace aproximadamente 6.500 años la AMOC ha mantenido una estabilidad notable", explican los autores.

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El valor actual estimado se sitúa en torno a 18 Sverdrups, una unidad que equivale a mil millones de litros por segundo.

Una pausa de mil años por deshielo… hace 9.000 años

El análisis también identifica una breve fase de debilitamiento de la AMOC entre 9.200 y 8.000 años antes del presente, coincidiendo con el colapso de la capa de hielo de Norteamérica y la liberación de grandes cantidades de agua dulce en el Atlántico Norte. "La AMOC experimentó un debilitamiento abrupto de hasta 3 Sverdrups durante aproximadamente un milenio, que interrumpió su tendencia de fortalecimiento tras la deglaciación", indican.

Sin embargo, desde hace 6.500 años, los datos muestran un patrón sostenido. "El registro compuesto refleja una estabilidad a largo plazo de la AMOC en el Atlántico Norte occidental durante el Holoceno", afirman los investigadores. Esto contradice la idea, ampliamente repetida, de que el sistema oceánico haya sido históricamente inestable o proclive a colapsos espontáneos.

Un contraste con los modelos actuales de cambio climático

El estudio también examina la fiabilidad de las predicciones actuales sobre el futuro de la AMOC. Según los autores, "si se cumplen las proyecciones más pesimistas del IPCC, la magnitud del debilitamiento para el año 2100 sería sin precedentes en al menos los últimos 6.500 años".

Los escenarios más extremos proyectan una caída de hasta 8 Sverdrups, pero los datos históricos no muestran fluctuaciones de esa magnitud ni siquiera tras grandes alteraciones naturales como los eventos de deshielo postglaciar.

En palabras de los propios autores: "nuestros resultados permiten descartar que hayan tenido lugar cambios similares a los que se proyectan bajo escenarios de altas emisiones", lo que pone en cuestión parte del discurso actual sobre el colapso inminente de la circulación atlántica.

Gerber, L., Lippold, J., Süfke, F. et al. Low variability of the Atlantic Meridional Overturning Circulation throughout the Holocene. Nature Communications 16, 6748 (2025). https://doi.org/10.1038/s41467-025-61793-z

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