El dolor en el cuello es una molestia común que se produce cuando los músculos de esta zona del cuerpo se contraen o resienten, dificultando el movimiento de la cabeza. La mayoría de los casos se producen como resultado de unas malas posturas al dormir o permanecer sentados, aunque también puede originarse por traumatismos y enfermedades crónicas como la artritis reumatoide.
La persona afectada puede llegar a verse incapacitada durante varios días, dado que la contracción muscular tiende a ser duradera y, además del dolor cervical, ocasiona dolores de cabeza y limitaciones del movimiento. Sin embargo, es una condición benigna de fácil tratamiento que, con algunos remedios naturales, se puede mejorar en poco tiempo.
¿Qué puede causar un dolor de cuello?
- Mala posición: estar agachado frente al escritorio, mirar durante horas hacia arriba, la inclinación de cabeza de horas de mirar al móvil…
- Torcer o girar el cuello bruscamente mientras haces ejercicio
- Dormir con almohadas muy altas o muy bajas
- Bruxismo, más conocido como apretar los dientes
- Golpes o latigazos, como los producidos en una caída o choque
- Enfermedades y condiciones varias: artritis, infección de la columna, fracturas por osteoporosis, fibromialgia, y otros
¿Qué usar para calmar el dolor?
- Aceite esencial de lavanda
El aceite esencial de lavanda tiene activos antiinflamatorios y calmantes que pueden ayudar a reducir la rigidez y el dolor en el cuello. Su aroma relajante ayudaría a aliviar el estrés que también puede causar esta condición y, a su vez, ayuda a relajar los músculos.
Un estudio realizado en Brasil certificó las propiedades analgésicas y antiinflamatorias del aceite esencial de lavanda. Estas propiedades dependen de la dosis utilizada, sin embargo, la planta representa una opción eficaz en el tratamiento de diversas afecciones.
- Ejercicios y estiramientos para el dolor en el cuello
Los ejercicios y estiramientos son una gran solución para calmar los dolores y dificultades de movimiento que se producen en la zona cervical. Estos ayudan a restaurar las funciones musculares, minimizando la carga que tienden a sufrir por los sobresfuerzos físicos. Lo mismo ocurre cuando lo que duele es la espalda, los brazos o cualquier músculo del cuerpo. Lo ideal es dedicar varios minutos a hacer ejercicios de estiramiento para el cuello:
- Rotación circular de omóplatos
- Extensión, flexión y rotación de la cervical
- Estiramiento de los músculos pectorales
- Fortalecimiento de los músculos de los hombros
- Ejercicios isométricos
Aunque existe evidencia que respalda el uso de este tipo de ejercicio, lo cierto es que se deben usar cuando el dolor de cuello lo permita. Ciertamente, si se realizan cuando el dolor está en su punto más intenso puede empeorarse. Es por está razón que deben asumirse como un hábito de carácter preventivo.
- Compresas con té de cáscaras de naranja
Se considera que la infusión de cáscaras de naranja tiene propiedades relajantes que facilitan el tratamiento de la tensión y rigidez en la zona cervical. Su aplicación a través de compresas calientes ayudaría a disminuir el dolor y las contracciones musculares causadas por este problema.
La efectividad de la cáscara de naranja como uno de los remedios para el dolor de cuello puede deberse a la cantidad de flavonoides que contiene. De hecho, un estudio publicado en la revista Food Chemistry demostró que estos flavonoides poseen propiedades antiinflamatorias evidentes al inhibir una gran cantidad de enzimas.
- Aceite de romero
El aceite de romero tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas que, tras ser absorbidas, relajan los músculos resentidos del cuello. Su uso mediante masajes mejora la circulación en la zona afectada y, en cuestión de minutos, brinda una agradable sensación de alivio. Este compuesto se ha empleado en la medicina tradicional desde hace muchos años. De hecho, sus efectos en el organismo están respaldados por diversos estudios, los cuales exponen que su efectividad aumenta cuando se combina con analgésicos de venta libre.
- Tintura de árnica
La tintura de árnica es un relajante muscular que, usado de forma tópica, puede mejorar la salud de los pacientes con dolor en el cuello. Su absorción reduce la inflamación y, a su vez, reactiva la circulación para lograr la oxigenación de los músculos afectados. Las propiedades antiinflamatorias de esta planta cuenta con múltiples investigaciones científicas, incluida una publicada en Journal of Pharmacy and Pharmacology. La investigación citada también demuestra las propiedades antifúngicas, antioxidantes e inmunomoduladoras.
- Compresas de hielo
La aplicación directa de compresas de hielo es un remedio efectivo que ayuda a calmar la inflamación, al reducir el flujo de la sangre en la zona resentida del cuello. De hecho, el hielo es tan efectivo para reducir la inflamación que es una de las primeras medidas que se toma ante la presencia de lesiones deportivas.
- Aceite de Gaultheria
Se trata de un género de más de 100 especies de arbustos, los cuales cuentan con múltiples propiedades beneficiosas para la salud. Dichas propiedades cuentan con múltiples sustentos científicos. De hecho, un artículo publicado en la revista Molecules establece que el aceite esencial de esta planta puede usarse para el tratamiento del dolor y para tratar el reumatismo.
Otros consejos para aliviar el dolor de cuello
Además de los remedios caseros para el dolor de cuello, es posible tomar otras medidas que permitan aliviar los síntomas. Dichas medidas no solo generarán alivio, sino que disminuirá la probabilidad de recurrencias.
- Tomar duchas de agua caliente
- Mantener una buena postura al sentarse
- Evitar los movimientos repetitivos del cuello
- Dormir con una almohada adecuada, evitar las almohadas muy altas
- Dar masaje suaves en la zona afectada
- Evitar los movimientos bruscos
- No cargar objetos pesados
- Disminuir el estrés
¿Qué es lo que no conviene hacer cuando hay dolor de cuello?
- Tomar analgésicos potentes o relajantes musculares sin saber qué pasa. Puede que se elimine el dolor, pero se retrasa el diagnóstico y el inicio del mejor tratamiento
- Utilizar collarín. El collarín es útil en ciertas condiciones, pero el uso sostenido y sin necesidad puede debilitar la musculatura del cuello
- Hacer ejercicios intensos. Forzar al cuello no es conveniente, ya que puedes lesionarlo sin darte cuenta