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¿Qué es la agorafobia?

Hay cientos de fobias en el mundo, casi tantas como personas. La agorafobia es de las más típicas. ¿En qué consiste? ¿Cómo se puede tratar?

Hay cientos de fobias en el mundo, casi tantas como personas. La agorafobia es de las más típicas. ¿En qué consiste? ¿Cómo se puede tratar?
niñito, ocultación, triste | Pixabay/CC/ambermb

La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad y quien lo padece teme situaciones reales o anticipadas en las que podría tener un ataque de pánico o sentirse atrapado o indefenso. Hay que saber que la agorafobia es la fobia más frecuente y también la más incapacitante, el motivo es que consiste en la aparición de ansiedad y miedo a un número de situaciones de las que pueda ser difícil escapar o donde pedir ayuda sea difícil o embarazoso. Cuando la agorafobia hace acto de presencia, aparece una sensación de catástrofe inminente que suele acompañarse de una crisis de ansiedad, tanto es así que el miedo y la ansiedad anticipatoria puede recluir al paciente en su casa en un intento de sentirse a salvo y evitar las situaciones agorafóbicas.

Este trastorno es más frecuente en mujeres y suele aparecer entre los 20 y los 30 años. Y, hay que saber que los agorafóbicos evitan las multitudes o estar en un lugar público o espacios abiertos con gente como las calles muy transitadas. El miedo puede ser tan abrumador que es habitual que sientan que no pueden salir de casa ya que solo en ella se sienten seguros.

Pero existen diversos tipos de agorafobia, por ejemplo, algunas personas temen las multitudes, mientras que otras pueden sentir miedo de los espacios abiertos o los lugares donde perciben dificultades para escapar. No hay que olvidar que los ataques de pánico también pueden estar asociados con la agorafobia, ya que las personas temen experimentar un ataque en un lugar público y no recibir la ayuda adecuada.

Por tanto, este trastorno puede tener un impacto significativo en la vida diaria de quienes lo padecen, ya que puede limitar su capacidad para realizar actividades normales, trabajar, socializar o incluso recibir atención médica adecuada. La agorafobia a menudo se desarrolla después de haber experimentado ataques de pánico recurrentes, y el miedo a tener un ataque de pánico en un lugar o situación específica puede llevar a la evitación y aislamiento progresivo.

Tipos de miedos agorafóbicos

  1. Miedo a los espacios abiertos: Puede ocurrir en lugar como aparcamientos, grandes avenidas, amplias plazas, recintos deportivos al aire libre, etc.
  2. Miedo a los espacios cerrados: Ocurre en lugares como centros comerciales, tiendas, cines, teatros o conciertos. Normalmente suelen ser lugares concurridos con mucha gente.
  3. Miedo a las multitudes: Normalmente los lugares muy concurridos suelen ser espacios abiertos grandes (estadios de fútbol) o espacios grandes cerrados (centros comerciales), por lo que, por partida doble, producen ansiedad.
  4. Miedo al uso de medios de transporte: Normalmente el miedo comienza con los medios de transporte públicos, especialmente el metro o los trenes cuando las estaciones y el recorrido es bajo tierra. Es también muy frecuente el miedo a otros medios de transporte en el que durante largas horas no es posible salir del mismo; esto ocurre en aviones y barcos. Por último, el miedo a los autobuses y coches particulares tampoco es infrecuente.
  5. Miedo a la incontinencia o a vomitar en público: Muchas personas con agorafobia temen que la ansiedad les lleve a no poder controlar sus esfínteres o a vomitar en público. Esto puede ser más frecuente en personas con alguna enfermedad como el síndrome de intestino irritable que provoca episodios de diarrea incontrolable.
  6. Miedo al centro de trabajo: Ocurre especialmente en personas que han estado largo tiempo de baja por algún problema laboral o de ansiedad.
  7. Miedo a salir solo fuera de casa: Este temor aúna todos los anteriores y es el más discapacitante. El miedo inunda a la persona hasta el punto de no sentirse seguro fuera de casa y necesitar en todo momento la compañía de alguna persona de confianza, normalmente familiar o amigo cercano.

Factores que influyen en la aparición de esta fobia

Los factores de riesgo para desarrollar agorafobia incluyen el estrés, una personalidad ansiosa, antecedentes de ataques de pánico y otros trastornos psiquiátricos como la depresión. Hay diversos factores que pueden influir en el desarrollo de la agorafobia como:

  • Temperamento ansioso o nervioso
  • Estrés ambiental
  • Experiencias de aprendizaje
  • Tener trastorno de pánico u otras fobias
  • Respuesta de fuerte temor o de evasión ante los ataques de pánico
  • Vivir sucesos estresantes como un ataque, maltrato o la muerte de un padre
  • Tener un familiar consanguíneo con agorafobia
  • Depresión
  • Abuso de drogas o alcohol
  • Otros trastornos de salud mental

Síntomas

Cuando se tiene agorafobia se evitan los lugares o situaciones donde no se siente seguridad en sitios públicos. El miedo es peor en lugares muy concurridos. Los síntomas de agorafobia incluyen:

  • Sentir temor de quedarse solo
  • Sentir miedo a estar en lugares donde el escape podría ser difícil
  • Sentir miedo a perder el control en un lugar público
  • Dependencia de otros
  • Sentimientos de separación o distanciamiento de los demás
  • Sentimientos de desesperanza
  • Sensación de que el cuerpo es irreal
  • Sensación de que el ambiente es irreal
  • Tener temperamento o agitación inusuales
  • Permanecer en la casa por períodos prolongados

Los síntomas físicos pueden incluir:

  • Molestia o dolor torácico
  • Asfixia
  • Mareo o desmayo
  • Náuseas u otro malestar estomacal
  • Corazón acelerado
  • Dificultad para respirar
  • Sudoración
  • Temblor

En cuanto al tratamiento de la agorafobia, generalmente involucra una combinación de terapia cognitivo-conductual (TCC) y medicación, según la gravedad de los síntomas. La TCC ayuda a las personas a comprender y modificar los pensamientos y comportamientos que contribuyen a su miedo y evitación, utilizando técnicas como la exposición gradual y el entrenamiento en habilidades de afrontamiento. Los medicamentos, como los antidepresivos y los ansiolíticos, pueden ser recetados por un profesional de la salud para aliviar los síntomas de ansiedad.

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