
A más de dos semanas de las graves inundaciones causadas por la DANA en Valencia, la situación sigue siendo alarmante. Los daños estructurales, combinados con atascos de barro y lodo en el alcantarillado, representan una amenaza sanitaria seria. Si estos no se desatascan, podrían colapsar, provocando el desborde de aguas residuales en las calles, aumentando significativamente el riesgo de enfermedades y comprometiendo aún más la ya frágil salubridad pública.
Enfermedades Transmisibles Asociadas a la DANA
El contacto con aguas contaminadas y el deterioro de infraestructuras de saneamiento han creado un entorno propicio para la proliferación de enfermedades. Las infecciones más preocupantes y el estado de riesgo según el Ministerio de Sanidad incluyen:
- Infecciones de heridas: Bacterias como Staphylococcus y Streptococcus, así como organismos del agua como Vibrio y Aeromonas, suponen un riesgo, especialmente en personas con heridas abiertas. Aunque el riesgo de tétanos es bajo, porque la mayor parte de la población está vacunada, es vital verificar el estado de vacunación.
- Enfermedades transmitidas por agua y alimentos: La contaminación de las fuentes de agua y alimentos ha elevado el riesgo de gastroenteritis. Bacterias como Salmonella y E. coli, así como parásitos como Cryptosporidium y Giardia, pueden proliferar, más aún con el suministro de agua seguro interrumpido.
- Leptospirosis: Provocada por el contacto con agua contaminada por orina de roedores, esta enfermedad puede causar fiebre, dolor muscular y, en casos graves, insuficiencia renal.
- Infecciones respiratorias: El riesgo de legionelosis es bajo, pero el uso de tanques y tuberías temporales podría agravarlo. Además, la concentración de personas en refugios aumenta el riesgo de contagio de virus respiratorios.
- Enfermedades transmitidas por vectores: Si bien el riesgo inicial es bajo, el agua estancada facilita la proliferación de mosquitos, lo cual podría aumentar el riesgo de enfermedades vectoriales en el futuro próximo.
Ya se han reportado dos casos sospechosos de leptospirosis en voluntarios que estuvieron expuestos al lodo durante las labores de limpieza, aunque aún no han sido confirmados oficialmente por las autoridades sanitarias. Todavía no se han publicado informes detallados sobre la situación epidemiológica en las zonas afectadas y sobre el estado de salud de los voluntarios que han estado en contacto directo con agua y barro contaminados. La Generalitat Valenciana y el Ministerio de Sanidad siguen sin ofrecer información completa al respecto de los riesgos actuales y su alcance real con datos concretos.
Centros sanitarios y el uso de voluntarios
La situación sanitaria es preocupante, todavía en las zonas afectadas hay varios centros de salud cerrados y pacientes derivados a puntos de asistencia temporales. La Generalitat habilitó inicialmente un formulario para el registro de voluntarios sanitarios que ayudaran en la emergencia. La Conselleria de Sanidad valenciana, tras dos semanas, sigue utilizando voluntarios sanitarios en las zonas afectadas para trabajos que deberían ser remunerados, sin una fecha clara de reemplazo por personal profesional contratado de la bolsa de trabajo o que derivase el Ministerio de Sanidad u otras comunidades autónomas.
Las sociedades médicas, como la Societat Valenciana de Medicina Familiar i Comunitària (SoVaMFiC) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), han emitido un comunicado reconociendo el esfuerzo de los profesionales de la salud, pero también manifestando su preocupación por la gestión deficiente de la crisis y pidiendo mejoras urgentes.
Entre sus propuestas están la incorporación de residentes para reforzar los centros de salud en las zonas afectadas, la adaptación de los equipos según las necesidades locales, la organización de la atención entre personal regular y voluntarios, la reubicación de puntos de atención en áreas accesibles para los más desfavorecidos, visitas domiciliarias para detectar necesidades específicas, y una coordinación constante para evitar la rotación excesiva de voluntarios.
La respuesta del Ministerio de Sanidad y falta de informes epidemiológicos
La respuesta del Ministerio de Sanidad ante la crisis de la DANA en Valencia ha sido lenta y poco transparente. Aunque la situación es grave, el Ministerio guardó silencio hasta el 2 de noviembre, y no fue hasta el 7 de noviembre cuando se publicaron los primeros documentos de evaluación de riesgos.
A día de hoy, siguen sin aparecer informes epidemiológicos detallados sobre las zonas afectadas ni sobre la salud de los voluntarios expuestos a aguas contaminadas. Esta gestión evidencia que la salud pública no ha sido una prioridad para el gobierno, mientras que los sanitarios en terreno continúan trabajando como voluntarios sin remuneración adecuada, se destinan fondos a otros fines, como "para el seguimiento de los efectos de la DANA en materia de igualdad" o a apoyar las aspiraciones políticas en la Unión Europea de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien ha permanecido desaparecida durante toda la tragedia, pese a ser quien paró en 2021 la adecuación y drenaje de la cuenca del Poyo por "problemas ambientales" y una "visión coste-beneficio".

