
Existen distintos tipos de duelo según cómo reacciona una persona ante la pérdida de un ser querido. Saber reconocerlos ayuda a detectar cuándo el dolor emocional puede necesitar atención profesional.
El duelo es una respuesta emocional natural tras la pérdida de un ser querido. Sin embargo, no todas las personas lo viven de la misma forma, y los síntomas pueden variar en intensidad, duración y evolución. Comprender los tipos de duelo permite identificar cuándo se está ante un proceso saludable y cuándo puede requerirse ayuda especializada.
A partir de estudios clínicos y psicológicos, como el publicado por la Universidad de Aarhus (Dinamarca), se han definido diferentes trayectorias o tipos de duelo.
1. Duelo normal o adaptativo
Es la forma más común de duelo. Se caracteriza por una respuesta emocional intensa al principio, seguida por una adaptación progresiva. Aunque hay tristeza, nostalgia y dolor, la persona mantiene su funcionalidad en la vida diaria y con el tiempo logra aceptar la pérdida.
2. Duelo complicado o prolongado
También conocido como trastorno de duelo prolongado, se produce cuando el dolor persiste de forma intensa más allá de los seis meses o un año, sin signos de mejora. Puede interferir con el trabajo, las relaciones sociales y la salud mental.
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Síntomas comunes: pensamientos constantes sobre la persona fallecida, evitación de todo lo relacionado con la pérdida, sensación de vacío permanente.
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Puede requerir intervención psicológica o tratamiento especializado.
3. Duelo anticipado
Ocurre antes de que se produzca la pérdida, por ejemplo, en casos de enfermedades terminales. La persona comienza a experimentar tristeza, ansiedad o resignación mientras el ser querido aún está vivo.
4. Duelo inhibido
En este caso, la persona no expresa abiertamente su dolor. Puede centrarse en otras tareas, evitar el tema o parecer emocionalmente indiferente. Sin embargo, esta represión emocional puede derivar en síntomas físicos o problemas psicológicos más adelante.
5. Duelo retardado
Los síntomas no aparecen inmediatamente después de la pérdida, sino meses o incluso años después. Es más frecuente en personas que, por distintos motivos, no pudieron procesar la pérdida en su momento (por ejemplo, por cuidar de otros o centrarse en responsabilidades urgentes).
6. Duelo desautorizado
Se da cuando el entorno no reconoce el derecho a sentir ese dolor, como puede ocurrir en pérdidas no convencionales (parejas no oficiales, exparejas, mascotas, abortos espontáneos). La falta de validación externa puede intensificar el sufrimiento.
Tipos de duelo según trayectoria emocional (según estudio danés)
En un reciente estudio de la Universidad de Aarhus, se identificaron cinco trayectorias distintas en personas en duelo, basadas en la evolución de los síntomas durante los tres primeros años:
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Duelo bajo: síntomas leves y estables.
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Duelo alto persistente: síntomas intensos que no mejoran (6%).
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Duelo alto-decreciente: mejora lenta desde niveles intensos.
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Duelo moderado-decreciente: mejora progresiva desde niveles medios.
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Duelo de inicio tardío: el dolor aparece meses después de la pérdida.
Estas categorías ayudan a los profesionales a detectar qué personas tienen más riesgo de desarrollar problemas de salud mental o física a largo plazo.

