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El truco para que tu cerebro se recupere de verdad en vacaciones según tu personalidad

Andoni Duñabeitia, de la Universidad Nebrija, detalla cómo introvertidos y extrovertidos descansan el cerebro de manera diferente.

Andoni Duñabeitia, de la Universidad Nebrija, detalla cómo introvertidos y extrovertidos descansan el cerebro de manera diferente.
mar, cuerpo de agua, viajar, costa, naturaleza, cielo, playa, gandia, mediterraneo, turismo, vacaciones | Pixabay/CC/JoanjoCastello

El catedrático en Psicología Andoni Duñabeitia, director del Centro de Investigación Nebrija en Cognición (CINC), ha explicado que el descanso del cerebro durante las vacaciones varía según la personalidad, los hábitos y el estilo de vida. Según el experto, el cerebro no se "apaga" en vacaciones, sino que cambia de tarea para consolidar recuerdos, limpiar circuitos y reequilibrar el eje emocional.

Cómo descansa realmente el cerebro

Duñabeitia señala que descansar el cerebro consiste en reducir la demanda de las redes atencionales y dejar que funcione el llamado "modo por defecto", que permite integrar experiencias y preparar al sistema cognitivo para nuevos retos.

Los introvertidos tienden a recuperarse con actividades tranquilas, como leer o pasear solos, mientras que los extrovertidos se benefician de interacciones sociales, juegos o conversaciones en grupo, ya que la dopamina social eleva su umbral de fatiga.

Errores frecuentes durante las vacaciones

Según el psicólogo, llenar la agenda de actividades, responder correos o alterar los horarios de sueño mantiene al cerebro en estado de alerta e impide una verdadera recuperación mental.

Otro obstáculo es el uso constante de pantallas, que retrasa la producción de melatonina y prolonga la excitación cortical. Duñabeitia aconseja bloques acotados de uso digital, silenciar notificaciones y mantener el móvil fuera del dormitorio para facilitar la desconexión.

Estrategias para un descanso efectivo

El experto recomienda identificar actividades que saquen al individuo del modo automático: desde senderismo suave o natación hasta colorear mandalas o escuchar música instrumental.

A nivel inmediato, un buen descanso mejora el humor, la claridad cognitiva y el flujo creativo; a largo plazo, previene el desgaste profesional y el deterioro cognitivo. Incluso sin vacaciones largas, reservar bloques de 90 minutos sin pantallas ni metas puede revertir la fatiga atencional.

Por último, aconseja priorizar experiencias significativas en lugar de listas de lugares por visitar y dejar un día sin plan al final del viaje para que el cerebro integre las vivencias antes de volver a la rutina.

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