
Cada año, los servicios de emergencia reciben miles de llamadas por caídas, desvanecimientos o episodios de salud súbitos en personas mayores. Muchas veces, la gravedad no la causa el accidente en sí, sino el tiempo que la persona pasa sola sin poder pedir ayuda. En esas horas o incluso minutos, un problema leve puede convertirse en una urgencia vital.
"En los mayores, la diferencia entre recibir atención en cinco minutos o en media hora puede ser enorme", explica un técnico sanitario del SUMMA 112.
La fragilidad invisible de los mayores
Con la edad, el cuerpo reacciona más lentamente ante los imprevistos. Los reflejos disminuyen, el equilibrio se altera y el riesgo de caídas o pérdidas de conocimiento aumenta. A eso se suma que muchos mayores viven solos o pasan gran parte del día sin compañía.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solas en España. En ese contexto, garantizar una respuesta rápida ante cualquier emergencia es esencial.
Durante años, la única opción era el teléfono. Pero, ¿qué ocurre cuando el mayor no puede alcanzarlo, o pierde el conocimiento?
Ahí entra en juego la nueva generación de relojes de teleasistencia avanzada, que detectan caídas o anomalías y piden ayuda automáticamente, sin que la persona tenga que hacer nada.
"Me quedé inmóvil en el suelo y el reloj avisó por mí"
Josefa, de 82 años, sufrió una crisis de angina en su casa hace unos meses. "Sentí un mareo y me caí. No podía moverme ni llegar al teléfono. Por suerte llevaba el reloj puesto. Pulsé el botón y enseguida escuché una voz preguntándome si estaba bien. En menos de diez minutos estaba la ambulancia aquí."
Casos como el de Josefa se repiten cada vez más en hospitales y servicios de emergencia. La rapidez con que se activa el protocolo marca la diferencia entre un susto y una tragedia.
Tecnología que protege la vida
Esta Navidad, muchas familias se preguntan cómo ofrecer a sus mayores una vida más segura sin renunciar a su independencia. La respuesta, cada vez más, está en la tecnología.
El Reloj Durcal, con detección automática de caídas, geolocalización en tiempo real y conexión directa con la central de emergencias, permite que la ayuda llegue incluso cuando la persona no puede pedirla.
El dispositivo identifica el problema al instante, envía la ubicación exacta y activa la asistencia médica en menos de 40 segundos.
"Lo más importante es que mis hijos saben que, si me pasa algo, no tengo que hacer nada. El reloj lo hace por mí", comenta Josefa.
Un compromiso: proteger la vida
Bajo el lema "Protege tu vida", Durcal refuerza esta Navidad su compromiso con la seguridad y el bienestar de las personas mayores.
Porque cada segundo cuenta, y cuando la tecnología trabaja a favor de la salud, una caída, un mareo o un imprevisto no tienen por qué convertirse en una tragedia.
