Fujifilm ha anunciado el lanzamiento de una nueva cámara: la X-M5 se une al extenso catálogo de la compañía y se convierte en el producto perfecto para creadores de contenido y aficionados a la fotografía que quieran contar con un equipo pequeño, muy ligero y con muchas de las funciones de los modelos más avanzados de la firma.
Entre ellos destaca el sensor APS-C X-Trans de cuarta generación, es decir el que tienen modelos de la compañía como la XT-4, y el procesador X-Processor 5, el más avanzado que usan cámaras como la XT-5 o la muy popular X100VI. Con estos dos elementos centrales la X-M5 ofrece no sólo la gran calidad de imagen de ese sensor de 26,1 megapíxeles sino también alguna de las funciones avanzadas como un sistema de enfoque capaz de detectar sujetos en movimiento como animales o vehículos y la grabación de vídeo a una definición de hasta 6,2K a 30 fotogramas por segundo, que pueden llegar a ser 240 en resoluciones más bajas.
Todo dentro de un cuerpo con un peso de sólo 355 gramos (con la batería y la tarjeta de memoria) y de 111,9 milímetros de acho, 66,6 de altura y 38 de profundidad, lo que lo hace el más pequeño de la actual gama de Fujifilm y uno de los más reducidos dentro del mercado de ópticas intercambiables, ya que la cámara tiene la conocida montura X de Fujifilm y, por tanto, puede usarse con la completa gama de objetivos disponible, tanto de la propia firma como de terceras marcas.
Además, cuenta con 20 de las exitosas simulaciones de películas de Fujifilm e incluso, al igual que la XT-50., uno de los modelos más recientes de la compañía, con un dial para elegir entre estos modos directamente y sin tener que entrar al menú.
Idónea para crear contenidos
Aunque su rendimiento en fotografía es muy bueno, como no podría ser de otra forma con el conocido sensor X-Trans con el que está equipada, la cámara está muy pensada para la creación de contenido y la grabación de vídeos.
Así, tiene una pantalla LCD táctil y giratoria perfecta para la grabación de imágenes y el vloggin y, aunque no tiene un estabilizador físico en el sensor, sí cuenta con una estabilización digital que según afirma Fujifilm es capaz de eliminar incluso los movimientos que se crean al caminar.
También tiene algo novedoso en las cámaras de la marca: un sistema de tres micrófonos que se puede configurar de hasta cuatro modos diferentes y que incluye eliminar determinados ruídos que pudieran colarse en la grabación. Además, tiene también una entrada para audio situada en la parte trasera y, por tanto, fácilmente accesible.
Un par de funciones más destacables en el terreno del vídeo son que permite grabar en formato vertical manteniendo la cámara en posición horizontal y que tiene también modos de grabación que reducen sensiblemente el peso del archivo final, para permitir una descarga y un uso más rápidos en redes sociales.
Look Fujifilm
Todas estas funciones están en una cámara con la cuidada estética y el look retro que caracteriza a buena parte de la gama de Fujifilm y que es una de las razones que está convirtiendo a las cámaras de la firma en éxitos de mercado.
El único debe que se le podría achacar a la XM-5 es la ausencia de un visor, lo que puede resultar un problema para usuarios con más experiencia fotográfica pero no lo es tanto para el público al que en principio va dirigida: los nuevos consumidores que buscan un producto con el que mejorar los resultados que obtienen con su teléfono móvil. Además, los modelos similares de alguna de las marcas de la competencia.
La Fujifilm XM-5 llega al mercado con un precio de 899 euros si se quiere adquirir sólo el cuerpo y de 999 si se hace en el kit con un objetivo zoom 15-45mm f3,5-56.