Una farsa de muy mal gusto

Al menos, los padres conscriptos podían haber elegido el 22 de abril, aniversario de la muerte de Cervantes, para organizar el esperpento del cómico disfrazado de don Miguel. Pero no. Era viernes y sus señorías no trabajan los viernes, como si fueran fervientes musulmanes. Así que hicieron una celebración jupiterina, antes de partir para sus fincas con generosas dietas. En el mejor de los casos, aquello más parecía la fiesta del colegio con ocasión del cumpleaños del director. Fue un verdadero ultraje a la memoria de Cervantes. Los padres de la patria se reían y aplaudían como niños las gansadas del actor de pacotilla.

No debería sorprenderme. En mi novelita Don Quijote en la España de la reina Letizia, el hidalgo se queja amargamente de lo ridículos que están siendo los fastos oficiales del IV Centenario de Cervantes. Se orientan sobre todo a representaciones teatrales con mucha máquina y escaso ingenio. La razón es que las autoridades de la Kultura son dispendiosas para subvencionar cualquier cosa que parezca espectáculo. Detrás está el grupo de presión de los cómicos, que es tan efectivo como el de los ecologistas o los feministas. Los tres son abrumadoramente de izquierdas.

Me cuentan que una galería de arte de Madrid ha organizado una fina exposición con motivos cervantinos. La directora escribió a la comisión del IV Centenario para que le dejaran imprimir su logotipo en la banderola que anuncia la exposición y así unirse a las otras celebraciones. No pedía un duro, solo que le dejaran unirse al logotipo para atraer visitantes a la exposición. Naranjas de la China. Ni siquiera se puso nadie con autoridad al teléfono.

Un instituto de enseñanza media (o como se llamen ahora) de Madrid organiza una mesa redonda sobre Cervantes para conmemorar el IV Centenario. Me invitaron a participar, aunque no sé si contravengo las incompatibilidades por el hecho de haber sido jubilado forzoso de mi mester docente. Fue un acto muy interesante con alumnos y profesores del centro. Pero a lo que voy, el director del instituto escribió a la autoridad competente, dándole cuenta de la celebración. Recibió la callada por respuesta.

Por desgracia, se cumple la observación que hace don Quijote redivivo en mi novela. El libro de Cervantes no es solo la primera novela moderna, cronológicamente hablando, sino la mejor del género, la que ha influido más en todo el mundo. Pero las autoridades culturales en la España actual son incapaces de enterarse de la magna celebración. En mi novela se hace otra anticipación: esas autoridades ya están preparando la celebración del año que viene: el primer centenario de la publicación de Platero y yo. Viene muy bien, pues su autor fue republicano. Lo del burrito "pequeño, peludo, suave" puede dar mucho juego. La famosa metáfora de las "mariposas blancas" se presta mucho a la exhibición del pechamen de nuestras famosas. Es una idea para que se celebre un teatrillo en el Congreso de los Diputados.