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Agapito Maestre

Diario de la pandemia: 'Copla'

Cantantes, músicos, narradores, fondos de paisajes urbanos, etcétera, etcétera, hacen de 'Copla', de Gonzalo García Pelayo, una obra de arte del cine libre.

Cantantes, músicos, narradores, fondos de paisajes urbanos, etcétera, etcétera, hacen de 'Copla', de Gonzalo García Pelayo, una obra de arte del cine libre.
'Copla', de Gonzalo Garcia Pelayo | Youtube

Confinado en una habitación, mientras espero los resultados de la prueba del coronarivus, veo una película de Gonzalo García Pelayo: Copla. Son las ventajas de la Internet. Las nuevas tecnologías permiten formas de ver el cine inimaginables en el pasado. Podemos detener la película, volver atrás o ir más adelante a nuestro gusto. ¡Progreso! Sí; en algunos aspectos es todo un avance comparado con la asistencia a la sala de cine convencional. Quiero creer que también esas innovaciones tecnológicas han transformado las formas de hacer cine; en el caso del cine no comercial, como es el de Gonzalo García Pelayo, esas nuevas posibilidades son tratadas con tanto esmero que consiguen hacernos creer que asistimos a una auténtica representación teatral. Cantantes, músicos, narradores, fondos de paisajes urbanos, a veces felizmente confundidos con bellísimos decorados de teatro, cien pantallas de televisión, vestuario muy cuidado, maquillaje exquisito, etcétera, etcétera, hacen de Copla una obra de arte del cine libre, libertario, de GGP.

 

Copla es puro teatro. Nos traslada a sus orígenes. La tragedia. Quiere que experimentos el origen de la tragedia a través de la copla española. Copla es mimesis trascendental de un misterio religioso oficiado por una sacerdotisa(s) rodeada de coros y fieles. Gonzalo García Pelayo ha elegido las coplas más trágicas de nuestro cancionero contemporáneo para hacerlas cine. Y vaya que lo consigue. Rafael de León, el gran poeta del 27, autor de más cinco mil letras de canciones, ha sido felizmente homenajeado. Esta película tiene varias capas y todas ellas decisivas. Es menester verla más de una vez, como casi todas las películas de Gonzalo, para hacerse cargo de que GGP no pretende significaciones finales. No quiere demostrar nada, porque nada importante puede demostrarse. Los padecimientos y los sentires, que jamás llegarán a ser contenidos de conciencia y menos de entendimiento, solo pueden mostrarse. La tragedia de la vida solo puede representarse.

Copla es la vuelta a los orígenes del Teatro. La tragedia, origen y cumbre del teatro, es síntesis de drama, lírica, épica y prosa. Esta película, quizá la más racionalista y "abstracta"de GGP, muestra la imposibilidad de diferenciar géneros o características poéticas. Música, lírica, épica y drama son inseparables. Amo que te amen, un monólogo escrito y filmado por GGP, que cuenta la historia de una película que nunca se hizo, muestra con claridad meridiana la verdad de Copla: los versos de amor y desamor, eso que llamamos Copla o cópula, son necesarios, pero si desaparece la falta, el dulce-amargo del eros, la insatisfacción que mantiene alerta el momento de tensión hacia lo deseado, no sólo desaparece el verso sino que la música y el drama quedan convertidos en meros acompañamientos. La música, una vez más en el cine de GGP, y las letras determinan que sin verso no hay tragedia ni drama.       

Copla es una recreación del nacimiento de la genuina poesía: versos para ser cantados con música. La poesía nació indiferenciada, a veces oculta, y otras envuelta, en ademanes, narraciones, cantos y palabras religiosas. Voz humana y música van unidas. Unos versos sin música es un poema demediado; si carece de música, la poesía es prosa disfrazada. Y por similares razones se diría que viuda es la música sin la voz humana. Absurdo es, pues, diferenciar entre letras para canciones y poesía.  Lo importante, como en la tragedia griega, es la técnica capaz de mantener el ritmo o, como teoriza Steiner, el ritmo es el centro vital, "y cuando el lenguaje se encuentra en un estado rítmico (palabras colocadas en situación de movimiento ordenado), es verso". Las letras para Coplas de Rafael de León, sí, pueden ser tan rítmicas, o sea tan vitales, como los versos de su amigo Federico García Lorca. En fin, los versos dedicados al verde, al color verde, de esos dos poetas pueden gustar más o menos, pero nadie podrá dejar de reconocer que el verso, es una forma técnica original que precede a la poesía. Reitero, pues, la lección de "estética" impecable de Steiner:

Digo verso y no poesía, porque la poesía puede ser una virtud de la prosa, de las matemáticas o de cualquier acto de la mente que tiende hacia la forma. Lo poético es un atributo; el verso es una forma técnica.   

Copla refleja con precisión poética la feliz convivencia entre música y voz. Nada ni nadie sobra en esta película. Narradores, músicos, decorados, maquillaje, vestuario, fondos de imágenes de Sevilla y Córdoba, intérpretes de coplas, etcétera, son imprescindibles. Es teatro a lo grande. Cine de verdad. Teatro es Copla, porque tiene un local, un escenario, actores, público, arte dramático representado y, sobre todo, mirar, "espectar", el Misterio de la Vida en el Ser humano y la Naturaleza. Muestra la relevancia de una composición musical, antaño llamada andaluza, luego canción española, y hogaño, sencillamente, copla. No es poesía ni canción, no es culta ni popular, solo es copla. Verso a lo grande. Trágico:

Eres mi vida y mi muerte,
te lo juro, compañero;
no debía de quererte,
no debía de quererte
y sin embargo te quiero.

Aquí Gonzalo ha elegido las coplas más trágicas, seguramente, para demostrarse, una vez más, que no está de vuelta de nada, y siempre dispuesto a aprender -es el cineasta más joven de España por su entusiasmo-, pero sobre todo para sugerirnos que se escriben, o se cantan, tragedias para que no las suframos; es mejor ver la tragedia en el teatro, ahí está su poder catártico,  que padecerla. Cada copla de esta película es la representación de un ser humano luchando a brazo partido contra las adversidades o divinidades del amor. Su final es siempre previsible: el amante acaba siendo vencido por las oscuras fuerzas del destino.

Copla sintetiza "lo barroco" español. Cada una de las coplas que aquí se representan recoge las intenciones más contradictorias del género humano. La copla es un gesto de sonrisas y lágrimas. Síntesis de alegrías y tristezas. Compendio de contradicciones de la vida amorosa. De la vida. Nunca habla de un amor sino de los amores. La copla es la expresión máxima de las contradicciones de la existencia: un hombre, o una mujer,  confunden el amor con la idolatría y una mujer, o un hombre,  se mueren  entre dos amores, y así una y otra vez… Un revoltijo de sentimientos y afectos, un estreno constante de gozos y lamentos, nunca resueltos, parecen solucionados con versos y estrofas duras como las piedras y temblorosas como los juncos.      

La copla tiene instinto de supervivencia. Nunca envejece. Las contradicciones se agolpan de repente en la inteligencia y son sentidas con melancolía por el corazón. La copla es la contradicción hecha belleza. Arte. Es lo único que se salva de la aceleración caótica. La métrica en la poesía, el compás en la música y la forma y el color en la pintura.  Se diría que la copla, por utilizar la  sutileza del mayor esteta de la España de la primera del siglo XX, Eugenio d´Ors, pertenece a un estilo que no sabe lo que quiere. O mejor quiere esto y lo contrario. No respeta el principio de contradicción. La copla, como relata la voz en off de Javier García Pelayo, es como...

....el tiempo puede curvarse y azotar como un junco al desplegarse. Si se puede comparar las cosas es porque son distintas, si fueran iguales sería un ejercicio inútil. Vamos a quitarle orden a nuestros pensamientos, por si acaso nos llevamos la contraria. Qué quieres que te explique si en la oscuridad no puedo usar el lenguaje de las señas.

         Vean, queridos lectores, Copla. Y piensen como propias la ideas, es la mejor manera de comprender a otro, que vierte en esta película su director.

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