
La nostalgia está de moda. Es un hecho. Remakes de películas, nuevas versiones, series que regresan, personajes míticos a los que se les rinde un bonito y merecido homenaje... Lo dicho, está de moda. Y dentro del mundo de los cómics, también. En este caso nos centramos en un cómic que nos trae ECC y que nos recupera la esencia del Superman más querido de la historia. Que me perdone Henry Cavill y su nuevo Clark Kent, pero si de el héroe de Krypton hablamos tenemos que poner en lo más alto del podio a Christopher Reeve y la película que protagonizó en 1978 de la mano del director Richard Donner.
Este cómic, con guion de Robert Venditti y dibujado por Wilfredo Torres, recupera todo lo que hizo grandes a las películas de Superman, sobre todo a las dos primeras. Esta historia estaría situada justo después de la primera película y nos trae un guion que podría haber sido perfectamente llevado al cine en su día. Pero antes de entrar en detalles procedemos a daros los datos técnicos: cartoné, tapa dura de 144 páginas con guion de Venditti y dibujo de Wilfredo Torres, precio de 17,95 euros, editorial ECC y contiene la miniserie Superman 1978.


Objetivo conseguido: volver al Superman de 1978
Cuando empecé a leer este cómic de Superman, lo mínimo que le pedía era mantener la esencia y rememorar parte de lo que sentí con esa película de Richard Donner que te hacía creer que un hombre podía volar. Una película que cada vez que se revisiona te pone los pelos de punta cuando escuchas la banda sonora original del genio John Williams. Ojo, siempre digo lo mismo con estas cosas. Es imposible sentir años después lo que sentiste en su día viendo estas películas y por esa razón mi exigencia suele estar siempre a unos niveles normalizados, no en un "hazme sentir lo mismo que cuando era niño o tu obra es una basura". No, tranquilidad. Dame un buen homenaje y te compro la idea.

Lógicamente este cómic no es la película de 1978, pero cumple su cometido de manera más que notable. Aquí no vamos a encontrar una recreación viñeta a viñeta de la película ni tampoco un intento extraño por dar una vuelta a lo que se hizo en su día. Este Superman 1978 es básicamente una historia dentro de ese universo que perfectamente se podría haber llevado al cine en su día.

El argumento es sencillo y atractivo: Superman se enfrentará a Brainiac, un mítico enemigo del héroe de la S en el pecho que quiere preservar civilizaciones reduciéndolas y conservándolas en su propia colección de botellas. Esa es la idea y para acompañarla tenemos a todos los protagonistas necesarios. Estará la Lois Lane de la maravillosa Margot Kidder, Jor El con Marlon Brando, el genio malvado de Lex Luthor con Gene Hackman a la cabeza y secundarios como Jimmy Olsen o Perry White. Todos ellos con un dibujo, del que hablaremos más tarde, basado en los actores de la película de 1978.

El guion de Venditti, como he dicho anteriormente, podría haber sido perfectamente el de la segunda película de Superman. El argumento se sostiene a través de una narración fresca, dinámica y con la esencia del entretenimiento por bandera de las películas antiguas de Clark Kent. Tendremos toques de humor, la torpeza de Clark, la fuerza de Lois Lane, un malo obsesionado con sus valores extremos como Brainiac, un Lex Luthor rematadamente inteligente y sorpresas argumentales que harán las delicias de los fans. Incluso tendremos guiños a la cultura de la época, como por ejemplo que en mitad de un momento importante de la historia aparezcan los Goonies de excursión por Metrópolis. ¡Maravillosa nostalgia!
El dibujo de Wilfredo Torres, clavado a la película
Christopher Reeve, Margot Kidder, Marlon Brando, Gene Hackman... Son ellos. Los tienes aquí, dibujados por Wilfredo Torres. Su esencia, sus miradas, su forma de moverse sin hacerlo... chapó por Torres. Si antes comentaba que mi exigencia argumental a este cómic era la de mantener los valores y el ADN de la película, a nivel de dibujo lo que se le pide es que Reeve sea Reeve y Margot sea Margot. Punto final. Wilfredo lo clava. Desde los gestos más sutiles de Clark, como colocarse las gafas, al saludo desde el cielo a la gente cuando Superman salva el día. Sus interpretaciones se trasladan de manera muy cuidada a este cómic y eso le permite ganar aún más crédito como homenaje al Superman de 1978.


Además, Wilfredo y el guion añaden muchos escenarios espaciales que en un cómic se pueden trasladar mucho mejor que en el cine de la época. ¿Por qué? Porque crear escenas de lucha entre Brainiac y Superman en naves espaciales es mucho más barato en un cómic que en una película y de eso salimos beneficiados los lectores. Dibujar es ‘gratis’ y no depende de los sudores de un productor cuadrando el presupuesto. Por eso este cómic nos llevará a Metrópolis, pero también a Krypton o al espacio exterior en gran parte de la narración. Como no, es un delicia ver lo que en cines no se pudo dentro de este universo de Reeve y compañía.
En definitiva, este cómic cumple con lo que promete y si te gusta la película de 1978 hazte con él y descubre otra aventura del mejor Superman de la historia. No te va a defraudar.

