
Como fan de la ciencia ficción en todos sus formatos, cine, cómics o novelas, la publicación por parte de Astiberri de este Cosmic Detective ya de por sí me llamaba la atención, pero lo hizo aún más cuando, aparte de la presencia del mítico Jeff Lemire al guion, un dibujante español tomaba las riendas del dibujo. Hablo de David Rubín, que realiza un ejercicio visual arrollador que, sin duda, es lo que más llama la atención de este cómic cósmico del que vamos a hablar en esta reseña.
Vamos, antes de nada, con el apartado técnico del cómic: guion de Jeff Lemire y Matt Kindt, dibujo de David Rubín, tapa dura (cartoné), editorial Astiberri, formato de 23 x 31 cm, 192 páginas y un precio de 25 euros.

Ahora sí, a por la reseña
Un cómic de ciencia ficción con toque noir, muy visual y con sabor a Blade Runner
Para cualquiera que lea "muy visual" en la reseña de un cómic, lógicamente me podría decir que estoy diciendo algo obvio. Un cómic, lo mires por donde lo mires, nunca mejor dicho, es visual. Efectivamente, es algo obvio, pero hay muchos matices dentro de un comentario tan evidente. ¿Por qué digo que es una obra muy visual? Porque este Detective Cósmico te atrapa por la espectacularidad del dibujo de David Rubín igual que en el cine nos atrapó, por ejemplo, la legendaria película Blade Runner. Te gustará más o menos lo que cuenta o sus protagonistas, pero solo por la espectacularidad de las imágenes que se plantan ante tus ojos, su lectura ya vale la pena. Otro ejemplo reciente en el cine fue Dune, película de la que mucha gente salía hipnotizado de la sala. Aquí el efecto es el mismo. El dibujo es lo que te atrapa y a partir de esa conexión llega todo lo demás.


Como digo, este tipo de obras son ejercicios que, más allá de la historia en sí, sumergen al lector en un universo en el que la ciencia ficción desborda los límites de la realidad de manera contundente. No se queda a medias. Aquí no podrás tomar un bocado de este género, cerrar el cómic y hacer otra cosa. Aquí tienes que comerte el pastel cósmico entero y ojo, ni mucho menos empalaga. Tanto en dibujo como en color, en este Cosmic Detective no es que haya alguna que otra Splash Page que te deje con la boca abierta sino que las hay continuamente en un formato visual de viñetas que oscilan entre composiciones enormes y otras gigantes. De hecho, su velocidad de lectura es rápida, llegando incluso a pasar por partes del cómic en las que no se dice ni una sola palabra. Bueno, miento, no es una lectura rápida si, como recomiendo, te detienes a apreciar todo el carrusel de elementos que componen cada viñeta. Eso lo logra David y desde aquí le doy mi enhorabuena por un magnífico trabajo.
Y después de colocar a David Rubín en la posición que merece, ¿qué nos trae a nivel de guion Cosmic Detective? Lemire y Matt Kindt diseñan una historia que pone ante los ojos del lector un misterioso asesinato, en concreto el de un ser del que se nos oculta su verdadera naturaleza hasta el giro final del cómic. Además, una joven ha desaparecido. Para resolver estos misterios nos encontramos con un detective, a priori normal en cuanto a vida y familia, pero que a su vez trabaja para una organización secreta de personajes oscuros y enmascarados que, como siempre, ocultan algo. Interesante, ¿verdad? Lo es. Ciencia ficción y género noir, al servicio de la historia.

Como vengo comentando, Cosmic Detective es una historia de ciencia ficción con elementos comunes de este género y que siendo simple en extensión y explicaciones, se muestra muy complejo en la premisa cósmica y vital que nos quieren dar los guionistas. En cuanto a los personajes, lo centraría todo en el protagonista principal, el detective. El resto de secundarios pasan muy de refilón y con el único que llegas a conectar de verdad es con aquel sobre el que gira toda la narración. Eso sí, la resolución de la historia puede ser controversial para aquellos que buscan un final redondo para bien o para mal. En mi caso creo que es un acierto, pero entendería que para otros le faltase más fuerza resolutiva.

Conclusión: si te gusta la ciencia ficción, este es un cómic que merece mucho la pena. Visualmente te devora de principio a fin y la elección de colores para separar lo humano de lo cósmico es propia de las mejores historias de este género. Entretenido y eficaz. Simple en lo textual, complejo en lo vital. Y con una edición de Astiberri perfecta en su tamaño para destacar más las virtudes visuales. Si gustan, disfruten de la lectura.
PD: este cómic nació de un crowfunding que recaudó un total de 170.567 dólares, superando de lejos los 35.000 necesarios para el proyecto.

