
Hace poco se estrenó la segunda parte de Black Panther o lo que es lo mismo, Wakanda Forever. Esta película, aparte de servir como homenaje al desaparecido actor Chadwick Boseman, también hizo las veces de presentación de uno de los personajes más míticos de la historia del los cómics: Namor. Para el que no lo sepa, Namor en los cómics es un mutante, hijo de un humano y de la princesa del reino submarino de Atlantis, hecho que le valió para ser luego el rey de dicho mundo. De carácter fuerte y autoritario, villanesco en muchas ocasiones, Namor es uno de los personajes más fuertes y más temibles de Marvel, sin embargo, en la película se dio un giro a este argumento y quizá lo más parecido al original sean las alas que nacen de sus tobillos y que, entre otras cosas, le permiten volar.

Por otro lado, el cine han convertido a Namor en el rey de Talokan, no de Atlantis, ya que el estreno de Aquaman por parte de DC hizo que Atlantis ya se hubiese llevado antes a la gran pantalla y los gerifaltes de Marvel no querían mezclar ambas ideas. Además, en este caso Namor es un mutante, pero desciende de una civilización cercana a los maya. Como pueden ver y sin ser ni mucho menos una mala película, a mí me gustó, sí hizo muchos cambios sobre la idea original del personaje.
Pues bien, en esta sección de cómics de Libertad Digital os traemos hoy algo que sí se asemeja más a la historia real de Namor. En este nuevo Must Have (debes tener) de Panini, tendremos una historia de terror y profundidades que nos mostrará todo el potencial de un personaje dual que igual que ha ayudado en muchas ocasiones a los buenos de la ‘película’, nunca ha dejado de tener un lado oscuro y terrorífico que, dicho sea de paso, es lo que le ha dado el estatus de leyenda.

Vamos con el apartado técnico antes de arrancar con la reseña: guion de Peter Milligan, dibujo de Esad Ribic, tapa dura, editorial Panini (Must Have), 136 páginas, contiene Namor, The Sub-Mariner: The Depths y tiene un precio de 18 euros.
Vamos con la reseña
Una historia de terror submarino que mezcla locura y aventuras
Un cómic de Namor en el que Namor aparece lo justo y necesario. ¿Por qué? Porque esta historia la lleva a buen puerto y sin hundirse, un Peter Milligan que basa el argumento de la misma en la ambientación y en lo que, precisamente, no se ve. Aquí el actor principal es el oscuro y frío océano. Las profundidades del mismo y lo que se oculta en su inmensidad. Eso es lo que hace que esta historia sea de terror, más que de superhéroes. Y sí, es una gran historia de miedo y obsesiones.
El argumento nos presenta a un científico, experto en desmitificar leyendas, como por ejemplo la del hombre de las nieves. Esa es su forma de vida, desmentir todo aquello que el mundo cree que puede existir aunque no se hayan encontrado pruebas sólidas de su evidencia. Tras una primera expedición que ha salido mal y que termina con todo un equipo desaparecido, varios empresarios contratan a este Randolph Stein del que hablo para que descubra lo que ha pasado y de paso si el famoso reino de Atlantis existe o no. Para ello le rodean de un equipo de expertos marineros con personalidades moldeadas en la dureza del mar y que, por supuesto, miran a Stein como a un enemigo que no cree en la oscuridad que las profundidades esconden.
La historia es corta, pero tremendamente dinámica, sobre todo porque Milligan te mantiene en vilo en todas y cada una de las viñetas. Te asfixia en lo argumental. Según van bajando, la intensidad y la presión, nunca mejor dicho, se notan en cada página. Y la locura aumenta también. El juego de personajes, sus diferencias y la continúa obsesión de Stein por no creer ni siquiera en lo que en ocasiones ve con sus propios ojos, hacen que esta historia base su éxito en lo ambiental.
Además del guion, el dibujo realista de Esad Ribic se adapta de forma excelente a lo que quiere contar el guionista. Las caras de terror de los protagonistas, ese atisbo de un cuerpo en la oscuridad que te hace pensar que Namor está a punto de aparecer, los juegos de luces y sombras... todo ello en un trabajo espectacular de Ribic que, como hemos dicho en otras reseñas, siempre sube el nivel de todo cómic en el que aparece. Os dejo varios ejemplos del dibujo del croata:


Este cómic es por lo tanto una forma diferente de acercarse al mundo de los superhéroes, porque no es una historia al uso. Esa es su parte buena y su parte mala ya que quizá sea una lectura más recomendada para alguien que tenga un bagaje anterior en este mundo. No es necesario leer mucho antes, tampoco es necesario conocer a Namor demasiado, pero sí viene bien haber tocado anteriormente un cómic de Marvel más al uso, por así decirlo.
Conclusión: es un Must Have claro por guion y por dibujo, sin duda, aunque quizá no sea la mejor toma de entrada para los cómics si estás empezando. Si tu bagaje ya es sólido, adelante sin contemplaciones. La historia es muy buena y el dibujo una delicia. Además muestra un lado de Namor que es inherente al personaje. Ese lado oscuro y terrorífico que le hace odiar a la humanidad y por supuesto esconder y defender a Atlantis de la superficie.

