Tenía buena pinta, apuntaba maneras y la verdad es que ha cumplido con creces. Al menos estas son mis sensaciones tras leer Batman Tres Jokers. Me consta a su vez que la mayoría de los fans no están muy alejados de esta opinión. Lógicamente los hay que no han entrado en la idea de Geoff Johns, para gustos los colores, pero incluso ellos no pueden negar que, como mínimo, han apreciado el espectacular dibujo de Jason Fabok. Algo tiene este cómic que engancha. Me llamó la atención cuando se publicó en tres tomos diferentes de 48 páginas, cuando se agrupó en uno solo y por supuesto ahora que tenemos una edición Deluxe que llegó a las librerías en el mes de septiembre.
La premisa ya de por sí ayudaba a esta atracción por este cómic ya que estamos hablando de la aparición de dos Jokers más aparte del que ya conocemos y eso generaba una pregunta: ¿Joker ha sido siempre una sola persona o han sido tres? Como se pueden imaginar introducir una posibilidad argumental como la que he citado es un guantazo de atención para todas aquellas personas que conocen la figura de Batman. Básicamente el mundo entero. Si después de décadas de duelo infernal entre murciélago y payaso ahora descubrimos que son varios... ¿Qué ha pasado estos últimos años? ¿Quiénes son estos tres Jokers? ¿Qué Joker estaba presente en los momentos más míticos de la historia de Batman? Casi nada al aparato, ¿verdad? Que se lo cuenten a Geoff Johns, que ha sido el encargado de hacernos dudar.
Es obvio que no voy a resolver este tipo de preguntas en esta reseña. Cero spoilers. Sin embargo, sí voy a analizar los puntos fuertes y débiles de esta obra que apareció en tres tomos y que ha sido recopilada finalmente en esta nueva edición Deluxe de ECC.
Antes de continuar con la reseña, vamos con el apartado técnico: guion de Geoff Johns, dibujo de Jason Fabok, edición deluxe cartoné tapa dura con cubierta de plástico, 240 páginas, contiene Batman: Three Jokers núms. 1-3 USA y tiene un precio de 38,50 euros.
Vamos con la reseña
Una secuela de la Broma Asesina que hace honor a esta mítica historia
Tiene mucho mérito lo que ha hecho Geoff Johns. No creo que haya muchos autores que se lancen a la piscina para, no solo reformular la vieja rivalidad entre Batman y Joker, quizá la más importante en la historia de los cómics, sino para encima llevar su guion hacia una secuela de la mítica Broma Asesina de Alan Moore y Brian Bolland. Esto es un órdago en toda regla e igual que le ha salido bien la jugada también le podía haber costado un sopapo reputacional importante.
Además, Johns no solo mete en la ecuación a la Broma Asesina sino que juega a su vez con muchos elementos de otro cómic mítico de Batman, una muerte en la familia. Coge ambas historias, las continúa y encima plantea la posibilidad de que conozcamos quién es el Joker, su verdadera identidad, o que en vez de uno siempre hayan sido tres personas. Batman Tres Jokers es, sin duda, arriesgada desde cualquier punto de vista y, en mi opinión, tanto Johns al guion como Jason Fabok al dibujo han realizado un trabajo sobresaliente.
A nivel argumental, aparte de ese misterio que rodea a los tres Jokers, vamos a tener una historia que se divide en tres personajes principales. Batman, por supuesto, es el más importante. Y a su vera durante toda la historia veremos a Barbara Gordon, hija del Comisario y Batgirl, y también a Jason Todd, antes Robin y ahora Capucha Roja. Ambos personajes secundarios sufrieron en su día el azote de la locura del Joker. Barbara quedó en silla de ruedas tras ser disparada por el payaso en la Broma Asesina y Jason fue enterrado vivo en una muerte en la familia. Ese trauma es lo que aprovecha Geoff Johns para orquestar una historia dividida en tres partes en las que Batman, Batgirl y Capucha Roja harán frente, cada uno a su manera, los infiernos pasados que han vivido por culpa del Joker. El aspecto psicológico de este cómic, incluyendo viajes entre el pasado y el presente, cimenta sus bases en el sufrimiento individual de cada uno de ellos, los enfrenta y por supuesto los pone a prueba. Somete al lector a un recordatorio constante de las repercusiones de este duelo eterno entre Batman y Joker mientras saca a relucir la temática detectivesca que siempre hace brillar aún más la figura del caballero oscuro. No olvidemos que Batman es, sin duda, el mejor detective del universo de los cómics y si eso se potencia en los guiones, acierto asegurado.
Quizá el personaje que más sufre en esta historia es Jason Todd. Es al que más sepulta en la oscuridad su pasado con el Joker y su forma de actuar ante ello desemboca en los momentos más dramáticos del cómic. El misterio sobre los Tres Jokers es la clave y la premisa de este guion, como es normal, aunque no tarda demasiado en desvelarse lo que ocurre realmente y eso hace que por una parte pierda fuerza el misterio, pero gane el desarrollo de los personajes y el trasfondo psicológico de los mismos. No me ha parecido que lo primero enturbie el desarrollo general del cómic y mis sensaciones durante toda la lectura es que la narrativa no pierde fuerza en ningún momento.
Estamos hablando por otro lado de un cómic que no es largo ni mucho menos, lo que ayuda a ese desarrollo trepidante que plantea misterios y conflictos sin atascarse en ninguno de ellos más de la cuenta. Esta edición incluye 260 páginas por la cantidad de extras de la que dispone, como por ejemplo guiones o bocetos originales, pero la historia en sí se nos va a 48 páginas por capítulo, que no son tres grapas aunque tampoco veinte. En mi opinión tiene la duración necesaria para lo que quiere contar. Menos se me antojaría un error.
Johns, como he dicho muchas veces y en varias obras que hemos reseñado aquí, es una fábrica de entretenimiento en viñetas. Tiene alguna cosa que no ha terminado de convencerme, Geiger por ejemplo, siendo esta una excepción a la regla. 9 de cada 10 productos de Geoff Johns me gusta, igual que su Batman Tierra Uno. Por cierto, la estética del caballero oscuro es muy parecida a la que en su día le dio Gary Frank al dibujo. Eso sí, creo que aquí mejora ese trabajo el bueno de Jason Fabok. Su dibujo es colosal. Por eso comentaba antes que aquellos que no terminen de entrar en el guion le deben como mínimo respeto al dibujo, porque es una auténtica maravilla. El diseño de viñetas es muy cinematográfico, algo que demanda Johns a sus dibujantes, y dota de una fuerza y de un ritmo a lo que se cuenta que engrandece la figura del Fabok.
Os dejo varios ejemplos:
Por cierto, este cómic tiene un spoiler igual de grande que la cueva de Batman y no hablamos de un detallito cualquiera sino de una información desvelada justo al final que ha cambiado para siempre la historia entre murciélago y payaso. De ahí que haya puesto en el titular de esta reseña que tenemos entre manos un cómic histórico. Si quieren saber por qué lo digo, tendrán que averiguarlo.
Conclusión: tenía altas expectativas con esta historia y las ha cumplido todas con creces. Es una más que digna secuela de la Broma Asesina, cómic que es insuperable, pero que queda perfectamente homenajeado y ‘secualizado’ aquí. Aparte del misterio y del portentoso dibujo de Fabok, el desarrollo de los personajes y el apartado psicológico de los mismos me ha gustado muchísimo. Los seguidores de Batman ya tienen un nuevo futuro clásico entre manos. Por último, la edición es preciosa tanto por fuera como por dentro, aunque le tengo que poner pegas a la calidad de la impresión que al 98% está bien teniendo algún que otro fallo en el 2% restante. Pequeños detalles que en nuevas impresiones seguramente se solucionarán y que ni mucho menos son decisivos. Si gustan, disfruten de la lectura.